El Gobierno chino continúa la dura campaña de represión contra la disidencia. Li Tie, un escritor de 52 años, ha sido condenado este miércoles a 10 años de prisión por un tribunal de Wuhan (capital de la provincia de Hubei) por “subversión del poder del Estado”. Li fue acusado de publicar ensayos críticos con el Gobierno en periódicos en el extranjero y en Internet, participar en discusiones en páginas web “reaccionarias” y efectuar comentarios “reaccionarios” en reuniones con amigos, según ha informado la organización Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD, en las siglas en inglés), que cita a la hermana y la hija del activista.
En el juicio, los fiscales argumentaron que los artículos de Li y sus conversaciones demuestran que tiene “pensamientos antigubernamentales”, y que, debido a tales pensamientos, debe presumirse que estaría dispuesto a participar en acciones contra el Gobierno. Por tanto, dedujeron que debe ser considerado culpable de “subversión”, según CHRD.
La sentencia sigue a las dictadas a finales de diciembre contra otros dos disidentes: Chen Xi y Chen Wei, que recibieron penas de 10 años de cárcel, el primero, y nueve, el segundo, por “incitar a la subversión”.
Se trata de los castigos más duros que imponen los jueces chinos a críticos con el régimen desde que, el día de Navidad de 2009, Liu Xiaobo -Premio Nobel de la Paz en 2010- fue condenado a 11 años, igualmente por “incitar a la subversión del poder del Estado”, un cargo de poco clara definición, utilizado normalmente por las autoridades para silenciar las voces disonantes.
Las tres condenas se han producido en medio del gran nerviosismo que existe en el Gobierno por la posibilidad de un contagio de los levantamientos populares ocurridos en el norte de África y los países árabes, y la transición en la cúpula del Partido Comunista Chino el próximo otoño.
CHRD afirma que la familia de Li contrató inicialmente a Jin Guanghong, un abogado especializado en este tipo de casos, pero que nunca pudo reunirse con su cliente y fue detenido por la policía durante 10 días antes del juicio de Li, celebrado en abril pasado. Las autoridades nombraron a un letrado diferente para representarle. El acusado dijo en el tribunal que es inocente porque la Constitución china protege la libertad de expresión de los ciudadanos. Su familia ha asegurado que apelará la sentencia si puede contratar un abogado.
Li ha escrito en la pasada década artículos en Internet en defensa de la democracia, un Gobierno constitucional y elecciones directas. También ha organizado actividades en memoria de Lin Zhao, una disidente durante el movimiento de las Cien Flores (1957), periodo en el que intelectuales como ella fueron animados a criticar al partido, pero posteriormente fueron castigados por hacerlo. Lin Zhao fue ejecutada en 1968.
En el juicio, los fiscales argumentaron que los artículos de Li y sus conversaciones demuestran que tiene “pensamientos antigubernamentales”, y que, debido a tales pensamientos, debe presumirse que estaría dispuesto a participar en acciones contra el Gobierno. Por tanto, dedujeron que debe ser considerado culpable de “subversión”, según CHRD.
La sentencia sigue a las dictadas a finales de diciembre contra otros dos disidentes: Chen Xi y Chen Wei, que recibieron penas de 10 años de cárcel, el primero, y nueve, el segundo, por “incitar a la subversión”.
Se trata de los castigos más duros que imponen los jueces chinos a críticos con el régimen desde que, el día de Navidad de 2009, Liu Xiaobo -Premio Nobel de la Paz en 2010- fue condenado a 11 años, igualmente por “incitar a la subversión del poder del Estado”, un cargo de poco clara definición, utilizado normalmente por las autoridades para silenciar las voces disonantes.
Los fiscales argumentaron que los artículos de Li y sus conversaciones demuestran que tiene “pensamientos antigubernamentales”
CHRD afirma que la familia de Li contrató inicialmente a Jin Guanghong, un abogado especializado en este tipo de casos, pero que nunca pudo reunirse con su cliente y fue detenido por la policía durante 10 días antes del juicio de Li, celebrado en abril pasado. Las autoridades nombraron a un letrado diferente para representarle. El acusado dijo en el tribunal que es inocente porque la Constitución china protege la libertad de expresión de los ciudadanos. Su familia ha asegurado que apelará la sentencia si puede contratar un abogado.
Li ha escrito en la pasada década artículos en Internet en defensa de la democracia, un Gobierno constitucional y elecciones directas. También ha organizado actividades en memoria de Lin Zhao, una disidente durante el movimiento de las Cien Flores (1957), periodo en el que intelectuales como ella fueron animados a criticar al partido, pero posteriormente fueron castigados por hacerlo. Lin Zhao fue ejecutada en 1968.
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