viernes, 10 de febrero de 2012

los matones actuan de nuevo

okio, 10 Feb (Notimex).- Las fuerzas de seguridad chinas mataron a tiros a dos hermanos tibetanos que estaban prófugos tras haber participado en una protesta contra el gobierno de Pekín en enero pasado, reportó hoy la emisora Radio Free Asia.
Rigsal Yeshe, un monje, y su hermano fueron abatidos este jueves por las fuerzas del orden en la provincia suroccidental de Sichuan, fronteriza con la región autónoma del Tíbet.
La emisora, citando a un monje exiliado que tiene contactos en la región, señaló que los hermanos habían estado huyendo en las montañas, cuando las fuerzas de seguridad les dieron alcance para después abatirlos a tiros.
Los hermanos habían participado en una protesta en el condado tibetano de Luhuo el 23 de enero pasado que se tornó violenta cuando la policía reprimió a los manifestantes.
En las zonas tibetanas de la vecina provincia de Sichuan también se habían realizado tres protestas violentas contra el régimen chino.
Esa provincia ha sido escenario, desde marzo de 2001, de la inmolación de monjes budistas para protestar contra la represión de su cultura y de la libertad religiosa.
Tras las protestas de enero, China acusó a "grupos separatistas con sede en el extranjero" de querer desestabilizar a las autoridades al reconocer que la policía había abierto fuego contra una manifestación de los tibetanos.
"Los intentos de grupos separatistas favorables a Tíbet con sede en el extranjero para modificar la verdad y desacreditar al gobierno chino no tendrán éxito", declaró un vocero oficial el mes pasado.
China también ha culpado al Dalai Lama, el líder espiritual del Tíbet en el exilio, de gran parte de los disturbios, denunció Chen Quanguo, jefe de la Región Autónoma del Tíbet.
Desde las manifestaciones, la tensión en las zonas habitadas por tibetanos se ha incrementado luego que la seguridad se elevó para evitar este tipo de protestas, según Radio Free Asia, un grupo financiado por Estados Unidos.
China asegura que el Tíbet es desde hace siglos parte inseparable de su territorio, pero los tibetanos sostienen que la región fue durante mucho tiempo virtualmente independientemente hasta su ocupación por las tropas comunistas en 1951.
NTX/JCM/MRG/

miércoles, 8 de febrero de 2012

STATEMENT FROM THE GYALWANG KARMAPA, OGYEN TRINLEY DORJE.

Februrary 6, 2012 - Bodhgaya.

Reports have just emerged that three more Tibetans set themselves ablaze within a single day in eastern Tibet. This comes shortly after four Tibetans immolated themselves and others died in demonstrations in Tibet during the month of January. As tensions escalate, instead of showing concern and trying to understand the causes of the situation, the Chinese authorities respond with increasing force and oppression. Each new report of a Tibetan death brings me immense pain and sadness; three in a single day is more than the heart can bear. I pray that these sacrifices have not been in vain, but will yield a change in policy that will bring our Tibetan brothers and sisters relief.
Having been given the name Karmapa, I belong to a 900 year old reincarnation lineage that has historically avoided any political engagement, a tradition I have no intention of changing. And yet as a Tibetan, I have great sympathy and affection for the Tibetan people and I have great misgivings about remaining silent while they are in pain. Their welfare is my greatest concern.
Tibetan demonstrations and self-immolations are a symptom of deep but unacknowledged dissatisfaction. If Tibetans were given a genuine opportunity to lead their lives as they wished, preserving their language, religion and culture, they would neither be demonstrating nor sacrificing their lives. Since 1959, we Tibetans have faced unimaginable loss, yet we have found benefit in adversity. Many of us rediscovered our true identity as Tibetans. We rediscovered a sense of national unity among the people of the three provinces of Tibet. And we came to value a unifying leader, in the person of His Holiness the Dalai Lama. These factors have given us all great grounds for hope.
China speaks of having brought development to Tibet, and when I lived there it was materially comfortable. Yet prosperity and development have not benefited Tibetans in the ways that they consider most valuable. Material comfort counts for little without inner contentment. Tibetans live with the constant suspicion that they will be forced to act against their conscience and denounce His Holiness the Dalai Lama. The Chinese authorities persistently portray His Holiness as the enemy. They have rebuffed his repeated efforts to find a peaceful and negotiated solution to the Tibetan-Chinese problem. They dismiss the heartfelt faith and loyalty with which the Tibetan people universally regard His Holiness. Even Tibetans born in Tibet decades after His Holiness the Dalai Lama had gone into exile still regard him as their guide and refuge not only for this life, but for life after life. Therefore, constantly depicting His Holiness the Dalai Lama in hostile terms is an affront that benefits no one. In fact, striking at the heart of Tibetan faith damages the prospect of winning Tibetans' trust. This is neither effective nor wise.
I call on the authorities in Beijing to see past the veneer of wellbeing that local officials present. Acknowledging the real human distress of Tibetans in Tibet and taking full responsibility for what is happening there would lay a wise basis for building mutual trust between Tibetans and the Chinese government. Rather than treating this as an issue of political opposition, it would be far more effective for Chinese authorities to treat this as a matter of basic human welfare.
In these difficult times, I urge Tibetans in Tibet: Stay true to yourselves, keep your equanimity in the face of hardship and remain focused on the long term. Always bear in mind that your lives have great value, as human beings and as Tibetans.
With the prospect of the Tibetan New Year in sight, I offer my prayers that Tibetans, our Chinese brothers and sisters, and our friends and supporters across Indian and around the world may find lasting happiness and true peace. May the New Year usher in an era of harmony, characterized by love and respect for each other and for the earth that is our common home.
Ogyen Trinley Dorje,
17th Gyalwang Karmapa
Press contact information
Karma Chungyalpa, Spokesperson
(91) 9736696066
(91) 8539065120  

mas de lo mismo

China advirtió el martes que "reprimirá con firmeza" todo intento de propagar disturbios en sus regiones de población tibetana, donde las autoridades ya aplican una severa campaña de mantenimiento del orden después de una ola de inmolaciones y de manifestaciones.
Recientemente se registraron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y la población local en el oeste de la provincia de Sichuan, donde viven 1,5 millones de tibetanos, que el mes pasado causaron la muerte de por lo menos dos manifestantes.
"El gobierno chino reprimirá con firmeza todo intento de incitar a la violencia, de quebrar la unidad nacional y la integridad territorial, en conformidad con la ley", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Weimin, en respuesta a una pregunta de un periodista.
Los disturbios en esta zona vecina de la región autónoma del Tíbet se produjeron cuando al menos 16 tibetanos se inmolaron en menos de un año para protestar contra las restricciones a la libertad de culto en China.
amj-mbx-boc/seb/it/erl

mas medidas de control en Tibet

ekín, 7 feb (EFE).- Todas las personas, de etnia tibetana o no, que entren en Tíbet desde el próximo 1 de marzo deberán llevar obligatoriamente encima su identificación, que se les exigirá en los controles de entrada a la región, ordenó el delegado del Partido Comunista de China (PCCh) regional, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
El secretario del PCCh en Tíbet, Qi Zhala, formuló la semana pasada la misma medida obligatoria pero para las personas de etnia tibetana procedentes de las vecinas provincias de Sichuan (suroeste), Qinghai (noroeste), Gansu (noroeste) y Yunan (suroeste).
Con el nuevo anuncio publicado hoy a través de la agencia oficial Xinhua, el secretario regional del PCCh amplía el requisito a cualquier persona que intente acceder al Tíbet.
Aunque Tíbet sea oficialmente China, es necesario para entrar someterse al control policial, que siempre ha sido obligatorio para los extranjeros.
Los chinos de etnia Han (mayoritaria en China) no tenían obligación de hacerlo, pero con la medida anunciada hoy, también deberán llevar encima su identificación, como los de etnia tibetana desde la semana pasada.
El fortalecimiento de los controles en el Tíbet se produce en vísperas del aniversario de los disturbios registrados en 2008 en la capital regional Lhasa, los más graves desde la represión de la revuelta que llevó al exilio al Dalái Lama.
El incremento de la vigilancia en la zona responde también a los incidentes registrados en enero entre la policía y manifestantes tibetanos, en los que murieron tres de personas por disparos de las fuerzas de seguridad, según el Gobierno chino.
Qi Zhala consideró que la capital regional, Lhasa, es elegida por los separatistas en el extranjero como un objetivo prioritario para el sabotaje y la infiltración.
También instó a los funcionarios "a unir a los monjes para promover la estabilidad de los monasterios de la región", donde desde febrero de 2009 se han producido 17 inmolaciones con 12 fallecimientos en protesta por la represión que vive su etnia.
En una conferencia televisada ayer, un alto funcionario de seguridad regional advirtió que el mantenimiento de la estabilidad en la región es "absolutamente importante pero sumamente difícil".
Hao Peng, secretario de la Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos del Partido Comunista de China (PCCh) del Tíbet, ordenó a las autoridades locales aumentar el número de patrullas de seguridad, mantener el estado de máxima alerta, mejorar la gestión de personal, así como reforzar el control de la sociedad.
Hao también exigió el incremento de las medidas de seguridad en los monasterios tibetanos y controlar las disputas y rencores que podrían perturbar la estabilidad.
La Oficina de Supervisión del gobierno regional anunció en un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua que los cargos del PCCh y los funcionarios que duden en aplicar las políticas para el mantenimiento de la estabilidad serán cesados en sus cargos.
"Los que no cumplan con sus obligaciones, que no tomen las medidas necesarias en los momentos cruciales, o que desafíen las políticas para mantener la estabilidad, serán cesados inmediatamente de sus cargos y esperar sanciones", advirtió el comunicado.
La Oficina informó de dos casos en los que los funcionarios habían descuidado sus deberes, si bien no se proporcionaron más detalles. EFE
tg/mech/pc/wm
 

lunes, 6 de febrero de 2012

tres inmolaciones mas ya son 13

PEKÍN, 5 Feb. (Reuters/EP) -
   Tres tibetanos se prendieron fuego a lo bonzo el viernes en el condado de Seda (Serthar en tibetano), en la provincia de Sichuan (suroeste) para protestar contra el control chino de la región, según ha informado la emisora estadounidense Radio Free Asia reported.
   Uno de ellos falleció en el lugar de los hechos, mientras que los otros dos --Tsaptsai, de 60 años, y Kyarel, de 30-- se encuentran gravemente heridos, según tres fuentes distintas consultadas por la radio, una de ellas del exilio tibetano. Los tres se prendieron fuego para pedir la libertad para el Tíbet y el regreso del líder espiritual tibetano, el Dalai Lama.
   En Seda se han producido violentos disturbios entre manifestantes y fuerzas de seguridad en las últimas semanas, los incidentes más graves desde principios de 2008, cuando las protestas se produjeron en Lhasa, la capital del Tíbet, y después se extendieron a otras zonas con presencia tibetana: Sichuan, Qinghai y Gansu.
   De confirmarse estas muertes, serían al menos 13 los tibetanos muertos por autoinmolación en los últimos 11 meses, la mayoría monjes y monjas budistas. Otros seis lo hicieron también y sobrevivieron.