Berlín, Alemania.- El Dalai Lama inició hoy una visita a Alemania, aunque se descartaron problemas entre Berlín y China, ante la aparente “primavera” que viven las relaciones entre ambas naciones.
En el marco de una estancia de bajo nivel, el Dalai Lama estuvo en la Conferencia Internacional sobre Alerta Temprana que se celebra en Hamburgo.
Aunque ahora no es una visita de Estado, el Dalai Lama se ha despojado de todas las competencias políticas como líder del Tíbet, región del Himalaya que China mantiene bajo ocupación militar desde 1951.
En esta visita busca centrarse en su carácter de líder espiritual de los tibetanos, un aspecto mucho menos problemático y controvertido para la cúpula china.
El premio Nobel de la Paz, de 76 años, llegó procedente de Tolouse para pronunciar el discurso de clausura de esa conferencia internacional y después se desplazará a Hessen, donde el martes pronunciará un discurso ante el Parlamento regional en Wiesbaden.
Alemania se ha convertido en una especie de refugio de activistas chinos perseguidos en esa nación y azota al régimen con sus exigencias de liberación.
Antes visitaron Alemania, el primer ministro chino Wen Jiabao, el pasado 28 de junio, mientras que la canciller federal alemana Angela Merkel visitó Pekín en julio de 2009 y julio de 2010.
En la última visita, los dos líderes dejaron claro que el principal lazo de unión es el económico, tras firmar millonarios contratos y de cooperación en las primeras consultas chino-germanas, como acuerdos de intercambio empresarial o vinculaciones chinas con Volkswagen y Daimler, así como con los gigantes Airbus y Siemens, entre otros.
Merkel se entrevistó con el Dalai Lama en septiembre del 2007 y provocó la ira en Pekín, además una fuerte tensión en Alemania.
Sin embargo, ahora la visita del Dalai Lama no se espera problemática debido a la bajada de su perfil político, tras dejar paso a un nuevo primer ministro de Tíbet en el exilio para concentrarse en las labores espirituales.
Lobsang Sangay, un jurista de 43 años de la Universidad de Harvard, juró recientemente en el ciudad de Dharamsala, en el norte de India, como nuevo primer ministro del Tíbet, en lo que fue calificado de “un cambio histórico”.
En marzo, el Dalai Lama había pedido al Parlamento que lo relevaran de sus obligaciones políticas.
Por este motivo, la responsabilidad política y administrativa quedó en manos del jefe de gobierno; tras su elección, Lobsang Sangay declaró a la revista alemana Focus que está dispuesto a conversar con Pekín.
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