Ascienden a 16 los tibetanos inmolados en menos de dos semanas en China
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua,
Tsering Dongdri, de 35 años, murió este martes tras quemarse a lo
bonzo en la ciudad de Sangko, en la provincia de Gansu
Otros dos tibetanos se inmolaron
en sendos incidentes en las regiones chinas de Qinghai, limítrofe con
el Tíbet, y Gansu, un poco más al norte, lo que ha elevado a 16 el
número de inmolados en menos de dos semanas en el país asiático en
protesta contra la ocupación china de la región.
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, Tsering Dongdri, de 35 años, murió este martes tras quemarse a lo bonzo en la ciudad de Sangko, en la provincia de Gansu.
Por su parte, la agencia tibetana en el exilio Phayul, destacaba también hoy que el joven de 25 años Wanghchen Norbu se prendió fuego a primera hora de la mañana del lunes cerca de un monasterio en la región Qinghai, al oeste del país asiático, sin especificar la ciudad.
Según fuentes tibetanas en el exilio, antes de inmolarse Wanghchen pidió el retorno del líder espiritual Dalái Lama (exiliado en Dharamsala, India) y la libertad del Tíbet.
Estas últimas inmolaciones se producen apenas dos días después de que el sábado dos tibetanos, un joven de 24 años y una mujer de edad desconocida, murieran al prenderse fuego también en Qinghai.
El número de inmolaciones en regiones habitadas por tibetanos se disparó a raíz de la celebración del XVIII Congreso del Partido Comunista (PCCh), por lo que fuentes tibetanas indicaron que se trató de una medida de presión a Pekín en coincidencia con la celebración de la transición política del país.
Organizaciones tibetanas en el exilio como "Free Tibet" advierten de la "tensa situación" en la región, donde aseguran que hay actualmente desplegadas "un gran número de fuerzas armadas chinas" y que puede haber enfrentamientos.
Con los nuevos casos, el número de inmolaciones alcanza las 78 desde 2008, según datos ofrecidos por Phayul.
La alarmante escalada de estos actos de protesta llevó a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, a instar al Gobierno chino a que actuara, pero el régimen comunista se mantiene firme en su postura y acusa al Dalai Lama y a otros líderes espirituales tibetanos de instigar las inmolaciones.
El Dalai Lama, según Phayul, dijo el domingo en Dharamsala que la situación es "seria" y que "tanto si el Gobierno chino está de acuerdo como si no, hay problemas que no son buenos ni para los tibetanos ni para la población china, por lo que habrá que buscar una solución basada en el mutuo entendimiento y en el respeto".
"El uso de la fuerza nunca dará resultados satisfactorios", añadió.
China considera a Tíbet parte del país desde hace siglos, por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial, si bien para los tibetanos en el exilio el "Techo del Mundo" era virtualmente independiente hasta que fue ocupado por el Ejército comunista a principios de la década de los 50 del siglo pasado.
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, Tsering Dongdri, de 35 años, murió este martes tras quemarse a lo bonzo en la ciudad de Sangko, en la provincia de Gansu.
Por su parte, la agencia tibetana en el exilio Phayul, destacaba también hoy que el joven de 25 años Wanghchen Norbu se prendió fuego a primera hora de la mañana del lunes cerca de un monasterio en la región Qinghai, al oeste del país asiático, sin especificar la ciudad.
Según fuentes tibetanas en el exilio, antes de inmolarse Wanghchen pidió el retorno del líder espiritual Dalái Lama (exiliado en Dharamsala, India) y la libertad del Tíbet.
Estas últimas inmolaciones se producen apenas dos días después de que el sábado dos tibetanos, un joven de 24 años y una mujer de edad desconocida, murieran al prenderse fuego también en Qinghai.
El número de inmolaciones en regiones habitadas por tibetanos se disparó a raíz de la celebración del XVIII Congreso del Partido Comunista (PCCh), por lo que fuentes tibetanas indicaron que se trató de una medida de presión a Pekín en coincidencia con la celebración de la transición política del país.
Organizaciones tibetanas en el exilio como "Free Tibet" advierten de la "tensa situación" en la región, donde aseguran que hay actualmente desplegadas "un gran número de fuerzas armadas chinas" y que puede haber enfrentamientos.
Con los nuevos casos, el número de inmolaciones alcanza las 78 desde 2008, según datos ofrecidos por Phayul.
La alarmante escalada de estos actos de protesta llevó a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, a instar al Gobierno chino a que actuara, pero el régimen comunista se mantiene firme en su postura y acusa al Dalai Lama y a otros líderes espirituales tibetanos de instigar las inmolaciones.
El Dalai Lama, según Phayul, dijo el domingo en Dharamsala que la situación es "seria" y que "tanto si el Gobierno chino está de acuerdo como si no, hay problemas que no son buenos ni para los tibetanos ni para la población china, por lo que habrá que buscar una solución basada en el mutuo entendimiento y en el respeto".
"El uso de la fuerza nunca dará resultados satisfactorios", añadió.
China considera a Tíbet parte del país desde hace siglos, por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial, si bien para los tibetanos en el exilio el "Techo del Mundo" era virtualmente independiente hasta que fue ocupado por el Ejército comunista a principios de la década de los 50 del siglo pasado.
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