sábado, 17 de abril de 2010

China impide el acceso de extranjeros a la zona afectada por el seísmo

Ricardo Tomás Herrero | Xining (China), lector de LV.es | 16/04/2010 | Actualizada a las 18:53h | Lectores corresponsales

En este momento yo me encuentro en Xining, capital de la provincia de Qinghai, donde ha ocurrido la desgracia y donde no se ha notado ningún movimiento producido por el seísmo.

Yushu
se encuentra al sur de la provincia, concretamente a 900 km. de la capital y a una altitud de 3.600 metros. Yushu es una ciudad fronteriza con el Tibet del cual antiguamente formaba parte, de ahí que el 99% de la población de esta ciudad sea tibetana.

El lugar es bastante remoto y poco frecuentado por turistas, a pesar que ofrece lugares de altísimo interés de ser visitados. En general es una población bastante pobre dedicada principalmente a la minería, y con construcciones típicamente tibetanas realizas muchas de ellas con adobe y madera, de ahí que la destrucción haya sido masiva.

Llevo 18 años viviendo en China y tengo una empresa de viajes de aventura en Qinghai. Por mi actividad, suelo estar a menudo en Yushu, donde tengo varios conocidos y es un lugar al que acudo frecuentemente en los viajes con los clientes.

El mismo día del terremoto, al conocer la noticia, intenté desplazarme allí para ayudar en las tareas de rescate pero el ejército no me lo permitió. Ante esta imposibilidad he optado por enviar a gente de mi organización de nacionalidad china con vehículos de mi propiedad, tiendas, generadores, agua, etc. para al menos poder ayudar en lo posible.

La única carretera que lleva a Yushu está en un estado lamentable e incluso hay problemas con las comunicaciones, pues las antenas de telefonía también han caído.

Las noticias que estamos recibiendo aquí no son nada buenas, ayer por la noche hablé con un amigo que vive allí y que se ha salvado y me narró un panorama desalentador. Literalmente me dijo: "No es que se haya destruido el 85% de la ciudad, sino que todo esto es una ruina".

Además, hay poblaciones de provincias colindantes a Qinghai que también han sufrido las consecuencias del terremoto, Garze y Shiqu en la provincia de Sichuan también han sufrido victimas.

Esta mañana después de 19 horas de viaje por la única carretera disponible para acceder a Yushu, la caravana con gente y material que he enviado por fin llegó a destino. Una vez allí han podido contactar conmigo por teléfono y han empezado a relatarme la situación.

Para empezar parece que toda la ciudad esta afectada, un 80% de los oficios han caído, y el resto que se mantiene pie, no puede ser habitado porque o bien la estructura esta dañada o los interiores se han venido abajo. De esa manera el 100% de la población duerme en tiendas de campaña habilitadas en los prados de los alrededores de la ciudad.

La pasada noche se alcanzaron temperaturas inferiores a los 15 grados y con un fuerte viente, por lo que la sensación térmica fue tremenda, y como la ayuda masiva no había podido llegar, podéis imaginar como debieron pasa la noche esa gente. De ahí que yo haya tomado la decisión de enviar tiendas, sacos de dormir, agua, mantas, medicinas, algo de comida y generadores, es poca cosa lo que yo tengo, pero al menos voy a contribuir con lo que esta en mi mano.

Un tema importante a destacar es la falta de medios disponibles para las labores de rescate y sobre todo de asistencia a los heridos, no hay médicos suficientes ni personal sanitario, y por el momento siguen sin dejar entrar a extranjeros.

Tengo noticias de algún extranjero que se encontraba en la ciudad cuando el terremoto, que están ilesos y a salvo, y a excepción de estos no hay más extranjeros en la zona afectada. Yo puedo dar fe de mis repetidos intentos por ir personalmente allí a ofrecer mi ayuda y no se me permite.

El ejército no ha llegado todavía en masa, pues principalmente debido a la penosa situación de las vías de acceso su llegada esta siendo lenta y escalonada.

El aeropuerto local inaugurado el pasado año, y que aunque también a estado afectado, esta pudiendo ser utilizado para evacuar heridos tanto a Chengdu como a Xining, donde me encuentro yo en este momento, y donde los hospitales están desbordados por el ir y venir de ambulancias desde el aeropuerto con heridos.

Otra cosa a destacar es la reacción de gran parte de la población que se ha puesto en marcha en improvisadas caravanas de ayuda. Por delante de mi ayer y hoy han pasado grandes grupos de coches particulares con pancartas y cargados de material de ayuda con destino a Yushu.

Es importante decir que en mi oficina en Xining el teléfono no para de sonar con llamadas de gente ofreciendo ayuda material para que yo coordine el envío a Yushu, de esta manera ya he conseguido reunir varios centenares de kilos de comida, agua, mantas, etc. que espero poder enviar allí de inmediato.

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