lunes, 19 de abril de 2010

EL CAMINO DE LA AMISTAD

El Camino de la Amistad, así se llama la carretera que une la ciudad de Lhasa con Kathmandú en Nepal. Antiguamente era un camino de tierra, ahora los chinos lo han convertido en una autopista.

Salimos de Lhasa con dirección al lago Yamdrok, es un lugar espectacular de color turquesa y con forma de escorpión. Evidentemente, su figura no se puede apreciar a simple vista y necesitamos recorrerlo siguiendo a través de un mapa su magnitud y la curiosa forma que ha tomado.

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Para llegar al 'lago escorpión' atravesamos el primer paso del día, el Gagba-la de más de cuatro mil metros de altura. Esa misma tarde lo superamos en el paso de Karo-la a 4960 metros, donde nos esperaba el enorme glaciar de Kangtsang.

Continuamos en la carretera un buen rato hasta Gyatse, donde teóricamente teníamos que dormir. Ahí visitamos el monasterio Pelkor en el que pudimos ver la Stupa Kumbum, la más alta del mundo con 35 metros de altura.

En lugar de dormir en Gyatse continuamos en el coche hasta Shigatse, donde ya sí que por fin dejamos nuestras cosas en un hotel que no parecía abierto. De hecho, estaba en obras y no tenía agua caliente pero nos permitieron dormir allí.

J.C.C.

J.C.C.

Al día siguiente confirmaron lo que nos temíamos, no podríamos visitar el monasterio de Sakya, uno de los más grandes y bonitos de la zona. Al menos puedo sumar a mi lista otra razón más para volver a visitar el Tibet.

Mientras decidíamos qué hacer fuimos hacia el monasterio de Tashilumpo, situado en el corazón de Shigatse. Este lugar fue la residencia habitual del Panchen Lama hasta que se exilió. Para los que no estéis muy informados sobre el budismo, tenéis que saber que el Panchen lama es un gran líder espiritual de los budistas tibetanos al mismo nivel que el Dalai Lama, sólo que este último es también el líder político además de espiritual.

Tras visitar el Tashilumpo cogimos el coche hasta el monasterio Ronbuk, en las faldas del Everest. Nos esperaban ocho horas de coche, tres de las cuales eran campo a través; pero valió la pena. Conseguimos llegar justo al anochecer y viendo el coloso ante nosotros. Los cuatro nos quedamos sin palabras. Estábamos frente al Everest.

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