domingo, 25 de julio de 2010

Cantos de Milarepa


15 CANTO DE LA POSADA


Reverencia a todos los gurús

Después de meditar en Jundhagho ("Paso Norte del Caballo") el Jetsun Milarepa fue a hacerlo a Shri Ri; durante el camino se alojó en una posada en Yei Ru Jang. También estaban ahí alojados un erudito llamado Yaugru Tangbha con muchos monjes dis­cípulos y un mercader llamado Dhawa Norbu ("Joya de la Luna") con su gran escolta. Milarepa pidió limosna al comerciante o mer­cader, quien le dijo: "Ustedes, yoguis, están acostumbrados a di­vertirse tomando lo que pertenece a otros; ¿por qué no tratan de ganarse su propio sustento? ¡Sería mucho mejor si se pudieran man­tener por ustedes mismos!" Milarepa replicó: "Es cierto que si­guiendo tu modo de vida se obtiene felicidad y alegría inmediatas, pero esta alegría será causa de futuros sufrimientos. Éste es el punto importante que ustedes descuidan. Escucha ahora mi canto de Los Ocho Recordatorios":

Ahora te gusta estar en castillos y ciudades populosas;
pero recuerda que ellos caerán en ruina
después de que te vayas de esta tierra.

Ahora te gusta ir tras el señuelo
del orgullo y la vanagloria;
¡pero recuerda que a la hora de la muerte
no te ofrecerán ningún refugio ni albergue.

¡Allegados y parientes son la gente con quien te gusta vivir!;
¡pero recuerda que a todos dejarás atrás
cuando llegues a tu fin en este mundo!

Sirvientes, riqueza e hijos
son cosas que te gusta tener;
¡pero recuerda que a la hora de la muerte
nada podrás llevarte en tus manos vacías!

Vigor y salud te son queridos ahora;
¡pero recuerda que a la hora de la muerte
tu cadáver será envuelto [10] y llevado lejos!

Ahora tus órganos están sanos,
tu sangre y tu carne son fuertes y vigorosos;
¡pero recuerda que a la hora de la muerte
ya no estarán más a tu disposición!

Ahora te gusta comer alimentos y dulces deliciosos;
¡pero recuerda que a la hora de la muerte
tu boca dejará correr la saliva!

¡Cuando pienso en todo esto no puedo menos
que procurar las enseñanzas del Buda!
Las diversiones y placeres de este mundo
no me atraen.

Yo, Milarepa, canto estos ocho recordatorios
en la casa de huéspedes de Garakhache de Tsang;
con palabras claras doy estas advertencias útiles,
¡los insto a acatarlas y practicarlas!

Así cantó, y su canción impresionó tanto al comerciante Dhawa Norbu que exclamó: "Querido lama, lo que has cantado es cier­tamente verdadero y está claro, y a mí me ha hecho pensar en el dharma. Te ruego me instruyas en la práctica de la enseñanza del Buda". En respuesta, Milarepa cantó:

La ermita escarpada es el sitio de la virtud,
gurú con conocimiento y práctica es la joya preciosa.
A él le debemos orar con sinceridad y reverencia;
sin errores han de practicarse las enseñanzas.

Quien siente que su mente corre salvaje,
debe aplicar su visión [11] (del vacío) para curarse.
Así se liberan los apegos de la mente.
¡Qué maravilloso es esto!

Quien siente enferma su mente,
debe pedir la limosna de la indiscriminación. [12]
Entonces experimentará la autoliberación
de los sitios por los cuales viaja.
¡Qué maravilloso es esto!

Quien siente desagrado por sus experiencias de meditación,
debe compararlas y discutirlas con un gurú reconocido.
Hablar y convivir con yoguis experimentados,
¡sin duda ayudará a la mente!

Si surgen alguna vez la duda y el escepticismo,
uno debe leer las sabias sentencias del Buda.
La convicción en la verdad de las palabras del dharma
hace crecer en el corazón la fe y la confianza.

Quien se sienta incómodo e indispuesto,
debe orar a su padre gurú
con toda honestidad;
así será bendecido y su mente se tornará tranquila.

Además, debemos pensar en esos hombres sin fe
que dejan sus cuerpos en la cama del samsara,
que reposan sus cabezas en la almohada de los cinco venenos
y desparraman el estiércol de sus pasiones
en las diez direcciones.
Debemos buscar al médico que pueda curarlos.
Con la devoción de las tres puertas [13]
debemos hacer el diagnóstico;
mediante los seis méritos del gurú-doctor
debemos dar la medicina.

Entonces estaremos seguros de alcanzar los tres cuerpos,
¡y la curación de las cinco pasiones venenosas!

Para obtener perdón y disculpa
debemos dar ofrendas sinceras.

Al escuchar este canto la fe del comerciante en el Jetsun quedó confirmada. Desde entonces siguió las instrucciones del Jetsun como seglar y practicó el dharma, llegando a ser un muy buen yogui.
Al mismo tiempo en la posada donde Milarepa apareció como asceta, el doctor erudito Yaugru Tangbha estaba predicando el dharma. Sus discípulos monjes recitaban atareados las oraciones de la tarde, y sentados en cuclillas practicaban samadhi durante el día. También efectuaban ceremonias religiosas y comenzaban sus sermones antes del alba.
Un día, Milarepa fue a la congregación durante la comida del mediodía para pedirles un poco de alimento. [14] Algunos monjes dije­ron: "¡Qué facha de hombre, da lástima! Se viste y actúa como yogui, pero ni practica ni aprende nada del dharma; sin ningún cono­cimiento ni deseo de meditar, fracasa hasta en el recitar de una sim­ple oración, ¡y todavía pide limosnas a los monjes! ¡Qué lástima!" Y todos sintieron mucha piedad y tristeza por él. Entonces Milarepa les dice: "Mi mente siempre está feliz y cómoda porque simultánea­mente puedo practicar las diferentes devociones, tales como recitar mantras y visualizar los cuerpos de los dioses mientras aprendo y des­arrollo las enseñanzas del Buda. Escuchen por favor mi canto":

Los Tres Inmaculados todo soportan.
En el reino de la conciencia de la no acción,
los he realizado.
¿Por qué, pues, tengo que orar a ellos?
¡Feliz es la práctica de la yoga sin mantra ni murmullos!

El que otorga los dos poderes [15] es
el Buda protector.
En el reino de la gran iluminación
he realizado completamente
al Buda sin origen;
¡por lo tanto no necesito practicar la yoga del levantar!
¡Feliz la experiencia
de identificar el propio cuerpo con el del Buda!

Las Dakinis barren todo obstáculo y
destruyen las desgracias;
en el reino de la propia esencia, plano del origen,
he realizado esto completamente,
¡por eso no tengo necesidad del ritual de la ofrenda!
¡Feliz la yoga
en la cual los seis órganos se relajan a su gusto!

Las aprehensiones son la fuente de los obstáculos.
En el reino de la esencia del dharma
he identificado las visiones demoníacas con la perfección;
por lo tanto no necesito exorcismos.
¡Feliz la yoga
en la cual el Dharmakaya se identifica con las aprehensiones!

Palabras, escritos, dogmas
y lógica las absorbo
en el reino de la conciencia iluminativa.
No hay para mí necesidad de aprender.
¡Feliz la experiencia de la yoga
fuente de todos los Sutras!

Entonces el doctor Yaugru le dice a Milarepa: "Querido yogui, tu experiencia y comprensión son verdaderamente maravillosas. Sin embargo, de acuerdo a los principios del budismo, un objeto o ense­ñanza debe darse de tal modo que los principiantes puedan apren­der; hasta es deseable y útil animar a las personas para que tomen el hábito anaranjado para practicar actos virtuosos. ¿No es así?" Milarepa replicó: "Tal vez ésa sea la enseñanza de tu escuela, puedes hacer lo que te plazca. Pero mi enseñanza es un poco diferente. En ella, si uno la siente, ¡nada hay de que avergonzarse, con eso es suficiente! Por lo que he visto, vuestra forma de devoción es así, juzga por ti mismo y ve si lo que voy a decir es verdad":

Me refugio en los Tres Inmaculados;
que mi gurú compasivo me proteja y me bendiga.

Usted, doctor erudito de los ocho compromisos mundanos,
¿cómo puede disipar la ignorancia y distracción de los otros si
no ha conquistado su propia mente?

Bajo el blanco dosel se yergue un bello pavo real,
¡pero se desvanece tan rápidamente como el relámpago!;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

La cocina del monasterio que está detrás del poblado
es un símbolo de miseria y despojo;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

¡Asistir a un bullanguero mitin público
es como dar vueltas en una arena llena de adversarios furiosos!;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

La acumulación de caballos, ovejas y joyas
es como rocío sobre el pasto
bajo el tibio aliento del viento,
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

¡El ilusorio cuerpo humano con su montón de pasiones es como un cadáver al que se le ha dado un baño de oro!;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

Mujeres guías que practican sin experiencia interna
son una parodia de dignidad y una desgracia;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

Los alimentos y ofrendas en un círculo sacrificial
son como la recaudación de impuestos de un inspector soberbio;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

Adivinación, astrología y rituales Bon. [16]
Estos tres dharmas citadinos son como tretas de estafador;
piense, mi querido doctor, ¿no son así?

Los himnos melodiosos que encantan a los discípulos
son como las invocaciones melodiosas del demonio dragón;
piense, mi querido doctor, ¿no son así?

País, hogar y campos no son posesiones verdaderas,
sino ilusorias y tormentosas como arco iris para los jóvenes;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

Inducir y dominar discípulos mediante fraude e hipocresía
es como ser lacayo de muchos amos;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

¡Predicar sin la esencia
es una mentira y un fraude!;
piense, mi querido doctor, ¿no es esto así?

Si no puede ayudarse a usted mismo,
¿cómo podrá ayudar a los otros?

Después de escuchar este canto, el doctor Yaugru tuvo una ac­titud muy reverente hacia el Jetsun. Levantándose de su asiento se inclinó ante él, con sus ojos llenos de lágrimas, y expresó: "Lo que dices es muy cierto. Te ruego me enseñes el dharma ayudándome a ser tu discípulo".
Entre los discípulos del doctor Yaugru había un monje joven llamado Sevan Dunchon Shawa, quien siguió al Jetsun, obteniendo de él la iniciación e instrucciones. Habiéndose dedicado a la medi­tación, obtuvo la más alta realización. Fue uno de los hijos del cora­zón del Jetsun conocido como Sevan Repa de Dodra.

Ésta es la historia de cómo Milarepa encontró a su discípulo Sevan Repa en la casa de huéspedes de Garakhache, de Yei Ru Jang en Tsang.

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