La comunidad budista en Tailandia está de fiesta por la llegada de la Pascua que, en su calendario tradicional, conmemora el regreso de Buda a la Tierra.
El inicio de las celebraciones está marcado por un desfile de enormes esculturas de cera que son elaboradas por los habitantes de la provincia de Suphan Buri.
Este colorido festival atrae cada año a miles de turistas de todo el mundo.
"Es un sentimiento agradable. Nunca antes había venido, tampoco me imaginé que pudieran hacer velas tan grandes", señaló Stefan Littlefield, turista de Gran Bretaña.
En cada una de estas esculturas, que incluso pueden llegar a ser de más de 20 metros de largo, se refleja la cultura, pero sobretodo la fe de quienes pasan meses diseñándolas y esculpiéndolas.
"Mi mayor inspiración es mi fe en el budismo. Esculpir una imagen tan grande de Buda, que es patrimonio de nuestra aldea, requiere una especie de influencia espiritual y yo lo considero como un gran mérito y virtud", comentó Thongdee Lumton, artesano.
Durante la Pascua budista en Tailandia, que tiene una duración de 3 meses, miles de fieles se entregan a la meditación y a la espiritualidad, además hacen ayuno y eliminan los malos hábitos como fumar o beber.
Pero también se llevan a cabo coloridas celebraciones que los ubican bajo la mirada de millones de personas en el mundo.
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