Katmandú, 10 jul (EFE).- El Partido Maoísta de Nepal presentó hoy un plan de integración de sus ex guerrilleros en el Ejército del país con el que pretende despejar el camino para encabezar el próximo Gobierno.
El vicepresidente de los maoístas, Narayan Kaji Shrestha, expuso el plan en rueda de prensa tras cancelarse una reunión con las otras dos principales formaciones políticas de Nepal, el Partido del Congreso y el Partido Marxista-Leninista, por incomparecencia de los representantes de esta última.
Los tres partidos tienen de plazo hasta el próximo lunes para consensuar el nuevo Gobierno, tras la dimisión del marxista-leninista Madhav Kumar Nepal como primer ministro.
Según la propuesta, el líder maoísta, Pushpa Kamal Dahal alias Prachanda, cedería el mando sobre los 19.602 guerrilleros acantonados tras los acuerdos de paz de 2006 a un "comité especial" con representantes de los tres partidos.
Posteriormente, los ex combatientes se dividirían en dos grupos tras elegir de forma voluntaria si quieren rehabilitarse para la vida civil o integrarse en las fuerzas de seguridad, en un proceso que llevaría dos meses.
La integración militar requeriría un mes más, según el plan presentado por Shrestha, cuyos detalles aún habrían de ser consensuados con las otras fuerzas políticas.
La integración en el Ejército de la antigua guerrilla maoísta es uno de los puntos pendientes del acuerdo de paz suscrito en noviembre de 2006, que puso fin a diez años de hostilidades.
Los guerrilleros entregaron sus armas y se acantonaron en campamentos vigilados por la ONU.
Con este nuevo plan, los maoístas quieren despejar el camino para la formación de un nuevo Gobierno encabezado por este partido, que tiene la mayoría en la Asamblea nepalí pero no suficiente para gobernar en solitario.
Kumar Nepal dimitió el pasado 30 de junio, forzado por los maoístas, que pusieron su marcha como condición para aceptar la prórroga de un año del mandato de la actual Asamblea, encargada de redactar una Constitución para Nepal.
El plan de paz supuso la abolición de la Monarquía y la celebración de elecciones para la Asamblea Constituyente en 2008, que ganaron los maoístas, pero varios de sus principales puntos siguen pendientes de un consenso entre las fuerzas políticas.
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