El Tíbet es una "parte inseparable de China" y "su destino siempre ha estado estrechamente ligado al de la patria", dijo hoy lunes el máximo asesor político de China, Jia Qinglin, en un simposio celebrado para conmemorar el 60º aniversario de la liberación pacífica del Tíbet.
El 23 de mayo de 1951, representantes tanto del gobierno central de China como del anterior gobierno local del Tíbet firmaron en Beijing un acuerdo de 17 artículos, marcando la liberación pacífica de la región, recordó Jia, quien también es miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
El alto funcionario dijo que la liberación pacífica del Tíbet "fundamentalmente expulsó a las fuerzas imperialistas, salvaguardó la soberanía e integridad territorial del país, reprimió una variedad de fuerzas secesionistas y mantuvo la unidad nacional y la unidad étnica".
La liberación pacífica de la región allanó el camino para la abolición de la teocrática servidumbre feudal del Tíbet, efectivamente emancipando a millones de siervos e impulsando decididamente el desarrollo integral de la región, dijo Jia, presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, el máximo órgano asesor político.
En el simposio, celebrado en el Gran Palacio del Pueblo, Jia, en nombre del Comité Central del PCCh y del Consejo de Estado (gabinete), felicitó a los trabajadores, agricultores, funcionarios, policías, soldados del Ejército Popular de Liberación y demás ciudadanos del Tíbet.
Jia dijo que en los últimos 60 años, el Tíbet ha hecho grandes logros bajo la dirección del Comité Central del PCCh y el apoyo de la nación, a través de los cuales "la gente de los diversos grupos étnicos de la región se han convertido en dueños de su propio destino, la economía ha crecido rápidamente, la vida de la gente ha mejorado en gran medida, las creencias religiosas han sido suficientemente respetadas, las culturas tradicionales han sido debidamente protegidas y la protección ambiental se ha intensificado en gran medida".
"La historia ha demostrado que la prosperidad del Tíbet sólo puede ser garantizada con la adhesión a la dirección del PCCh, al sistema socialista, a la autonomía regional de las minorías étnicas y a un camino de desarrollo que comparta las características chinas y tibetanas", manifestó.
Jia dijo también que el Tíbet debe aprovechar la oportunidad para desarrollarse de acuerdo con el XII Plan Quinquenal del país entre 2011 y 2015, promover la economía, mejorar la vida de la gente, "salvaguardar con firmeza la armonía y estabilidad sociales, intensificar la lucha contra la camarilla del Dalai Lama", y aplicar a fondo las políticas étnicas y religiosas del PCCh, con el fin de lograr la paz y estabilidad duraderas.
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