El vicepresidente de la República Popular China, Xi Jinping, aseguró este martes que continuará haciendo frente a las actividades separatistas encabezadas por el Dalai Lama, en ocasión del 60° aniversario de la liberación de la región autónoma del Tíbet, al suroeste del país asiático.
En su discurso por la conmemoración, Xi también resaltó que el Partido Comunista de China ha sido uno de los principales factores clave para la liberación pacífica del Tíbet.
“Debemos luchar contra las actividades separatistas del grupo del Dalai Lama, confiar en los cuadros y en la gente de todas las etnias, diseñar políticas a largo plazo y tomar medidas para solucionar el problema de raíz, a fin de destruir completamente cualquier intento de socavar la estabilidad en el Tíbet y la unidad nacional de la patria”, el funcionario chino.Xi dijo que todos los grupos étnicos que habitan en el Tíbet se han mantenido firmes en la lucha contra el separatismo.
Además, destacó en la ocasión el papel que desempeñan el Ejército Popular de Liberación (EPL) y la Policía Popular Armada en el Tíbet, al asegurar que ambos entes defienden la estabilidad social en la región.
“La guarnición del EPL, las unidades de la policía armada y los departamentos de ejecución de las leyes en el Tíbet son fuerzas firmes y fieles guardianes que protegen las fronteras nacionales, salvaguardan la modernización socialista y defienden la estabilidad social en esta región”, dijo el vicepresidente chino.
Asimismo, el líder exhortó a dichas fuerzas a mantener sus "buenas tradiciones" y estilos de trabajo, cumpliendo con sus "sagradas misiones" y realizando cada vez más contribuciones al salto en el desarrollo, la paz y la estabilidad a largo plazo en el Tíbet.
El 23 de mayo de 1951, el Gobierno Popular Central de China y el gobierno local del Tíbet firmaron en Beijing el Acuerdo sobre las Medidas para la Liberación Pacífica del Tíbet, también conocido como el "Acuerdo de los 17 Artículos", simbolizando la liberación pacífica del Tíbet.
El Gobierno chino considera que la liberación pacífica del Tíbet se convirtió en un momento fundamental en la historia de esa región porque marcó su transición de la autocracia a la democracia, de la pobreza a la abundancia y del aislamiento a la apertura.A su vez, las autoridades del país asiático consideran que el Dalai Lama es un actor político y no un líder religioso, que promueve el separatismo en esta región y, con ello, atenta contra la soberanía de la República Popular China.
El pasado sábado, el Dalai Lama fue recibido en la Casa Blanca en Washington por el presidente estadounidense, Barack Obama, lo cual valió una enérgica protesta de parte del Gobierno chino.
En un comunicado de su cancillería, China consideró que el encuentro de Obama con el político tibetano ha interferido gravemente en los asuntos internos del país, “lastimó los sentimientos del pueblo chino, socavó los intereses clave de China y dañó las relaciones chino-estadounidenses”.
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