lunes, 20 de septiembre de 2010

El Lama fuente de bendición

El Lama: fuente de bendición


Jangon Kongtrul Rinpoche

Las enseñanzas budistas se pueden dividir en el camino del sutra y el camino del tantra. El camino del sutra se basa en las causas y el camino del tantra en los frutos. Ambos son un camino para liberarnos de la visión dualista y así alcanzar el estado de la liberación.

En el camino del sutra, se analiza primero la causa de una visión dualista. Uno se consigue con que la raíz para aferrarse a un " Yo " es nuestra ignorancia. Entonces uno sigue analizando ¿de donde proviene esta idea? ¿cuál es la esencia de aferrarse a un "Yo"? ¿cuales son sus signos? ¿cuál es la causa, etc.?. Finalmente, uno llega a la conclusión que nuestra identidad propia no existe verdaderamente. En el camino del sutra uno empieza por entender que ahora estamos en un estado lleno de sufrimiento y uno busca por la causa de este sufrimiento Uno consigue que la causa son las diversas acciones que hicimos anteriormente. Entonces uno se pregunta que nos llevó a estas acciones y a su karma resultante. Uno consigue que la causa son nuestras emociones perturbadoras, que a su vez son producto (de una visión dualista y el aferramiento a un "Yo". Por lo tanto, se llega al punto donde uno reconoce que ese aferramiento a un "Yo" es la causa de todas nuestras experiencias.

Basados en este entendimiento, uno sigue el camino del sutra, en el cual uno principalmente sigue y mantiene reglas de disciplina con el cuerpo y el habla. Uno también llega al entendimiento de la dependencia mutua de todas las cosas y que no tienen una existencia inherente. En tercer lugar, uno trata de alcanzar una actitud benevolente para con otros seres.

Por consiguiente, en el camino del sutra uno procede analizando las cosas e investigando las causas. Basados en el entendimiento que deriva de eso uno aplica distintos métodos. Así, uno alcanza un punto donde está libre del sufrimiento. Uno alcanza la liberación así como el estado de omnisciencia. Sin embargo, este camino es muy largo. Se dice que el camino del bodhisattva toma tres kalpas interminables para alcanzar la budeidad. En el camino del tantra vajrayana, uno procede de forma completamente diferente. Uno no analiza las causas, uno trabaja directamente con sus experiencias. Por ejemplo, cuando surge una emoción perturbadora, uno no analiza su causa sino que las experimenta directamente y llega al punto donde uno es capaz de transformarlas. Por esta razón se dice que este camino trabaja con el fruto y es, por consiguiente, un camino muy rápido. El resultado que se obtiene de ambos caminos es el mismo, uno se libera del sufrimiento y las perturbaciones internas se apaciguan; se alcanza la realización. La diferencia entre los caminos es sólo la forma en que uno practica.

El camino del tantra parte de condiciones distintas al camino del sutra. Este camino es adecuado sólo para practicantes de grandes capacidades, ya que trabaja directamente con las emociones perturbadoras sin analizar sus causas. Por otra parte, también se dice que en este tiempo degenerado, este camino es adecuado para las personas con las emociones perturbadoras más fuertes. La razón es que estas personas no tienen la paciencia para acumular méritos por largos períodos de tiempo y practicar el camino del bodhisattva, simplemente no lo pueden manejar. Si uno realmente puede practicar el camino del tantra y es capaz de lidiar con las perturbaciones en su mente, es un camino muy rápido. Sin embargo, uno no alcanzará la budeidad en pocos días o años.

Siempre se dice que el Vajrayana trata acerca de llevar las experiencias y apariencias impuras a un nivel puro. Sin embargo, esto no significa que esta transformación sólo consista en pensar o creer que las cosas son puras, se trata de una transformación real. Para ser capaz de hacerlo, uno necesita las "tres raíces" (fuentes) de bendición, logro y actividad. La raíz de la bendición es el Lama, la raíz del logro (siddhis) es el yidam, y la raíz de la actividad son los protectores del dharma. El Lama es el más importante de las tres raíces. Los yidams y los protectores son manifestaciones del lama. Por esta razón el lama tiene un significado especial en el Vajrayana.

Para entender esto, es beneficioso mirar otra vez el camino del sutra. Aquí, uno se apoya o confía en un maestro o amigo espiritual quien le muestra el camino. Según sus explicaciones uno practica y de esa manera se progresa a lo largo de los distintos niveles del bodhisattva y cinco caminos (acumulación, conjunción, visión, meditación, no más aprendizaje).

En el Vajrayana, el maestro tiene un mayor significado. Uno no lo ve como a alguien que simplemente te muestra el camino, sino como al Buda mismo. Con esta actitud, la bendición del lama puede entrar directamente en la mente de uno, madurar y despertar el fluir de nuestra mente. Para que esto sea posible se necesitan dos elementos: por un lado uno tiene que practicar y por el otro uno tiene que abrirse al lama y realmente verlo como al Buda.

En el camino del sutra uno maneja sus acciones de forma consciente. Uno dedica el esfuerzo en evitar todas las acciones negativas y en solo hacer cosas positivas. Pero, como uno siempre está acompañado de su ignorancia y como uno siempre tiene distintas perturbaciones, uno nunca tiene éxito por completo y siempre hace algo negativo nuevamente. El camino del sutra toma tanto tiempo porque el esfuerzo para hacer lo positivo y las perturbaciones en la mente que nos incitan a hacer acciones negativas, siempre están en conflicto.

Sin embargo, en el camino del tantra hay un elemento adicional en conexión con el lama. En la verdadera naturaleza de la mente no hay confusión; es sólo la forma cómo experimentamos las cosas la que está marcada por la confusión. Si nos abrimos al lama llenos de confianza y por consiguiente obteniendo su bendición, nuestra mente será guiada a la madurez. Esto significa que a través del poder de la bendición somos capaces de reconocer la verdadera naturaleza de nuestra mente. Es por esto que el lama, la fuente de la bendición, es tan importante en el Vajrayana y es llamado la "primera raíz".

Se necesitan varias cosas para obtener la bendición: por una parte uno necesita desarrollar completa confianza y devoción hacia el lama. Sin embargo, esto no se refiere a cualquier lama. Se refiere al que hayamos elegido después de haber evaluado exhaustivamente muchos maestros. Se refiere al lama en quién estamos seguros de poder desarrollar completa confianza. Por otra parte, el lama también debe verificar al practicante para asegurarse de que él realmente puede ayudarlo. Si uno ha alcanzado la certeza de que uno puede desarrollar completa apertura hacia el lama, esto hará surgir una confianza inquebrantable. Realmente debe ser tan inquebrantable e indestructible como un diamante. Si uno es capaz de hacer eso, el resultado es que ya uno no será perturbado o influenciado por pensamientos comunes. El que la confianza sea inquebrantable es la razón del nombre "Vajrayana", vehículo del diamante, puesto que esta confianza es como un diamante: indestructible. Erróneamente muchas personas creen que no hay diferencia entre un maestro Vajrayana y otros maestros. Un maestro común puede mostrarnos el camino de forma clara y perfecta, y explicar como comportarse, como son las cosas, etc. Sin embargo, un maestro Vajrayana es alguien quien no trabaja y enseña sólo con palabras sino en todos los niveles. Con su conducta, enseñanzas verbales e inspiración de su mente el puede guiar el fluir de la mente de otros hacia la madurez y liberación. Sólo alguien con esta capacidad es un maestro Vajrayana auténtico. Hay muchos maestros, pero solo unos pocos pueden ser llamados maestros en el Vajrayana.

En la oración de Dorje Chang se dice que la devoción es la cabeza de la meditación. Esto se refiere a la devoción que debe desarrollarse en el Vajrayana, un tipo de devoción que despierta completa y naturalmente en uno, sin ser imaginada o engañándose a uno mismo. Cuando aparece en la mente de uno, los pensamientos comunes se apaciguan a través de la bendición del lama y la experiencia de la meditación surge naturalmente sin poner ningún esfuerzo. Es entonces, cuando la inspiración del cuerpo, habla y mente del lama puede ser efectiva sobre nosotros. Hay una acotación hecha por maestros Kagyu anteriores que dicen que las prácticas preliminares (El Ngondro), son más profundas que todas las otras prácticas. Esta aseveración se refiere mas a la del Guru Yoga que a las postraciones, Dorje Sempa o a las ofrendas del mandala, porque en la del Yoga uno recibe la inspiración de las bendiciones del lama. Para las prácticas como el Mahamudra, o las fases de desarrollo en conexión con un Yidam o las fases de culminación Las Seis Yogas de Naropa - que están todas basadas en el Ngondro, siempre es necesario preparar nuestra mente apropiadamente. Esto sucede a través de la bendición que se experimenta en el Guru Yoga. Solo a través de ésta, uno es capaz de llevar las experiencias impuras a un nivel puro y trabajar correctamente con las otras prácticas. La devoción que uno debe tener hacia el lama es más que el sentimiento de cuando un maestro se comporta de forma agradable con uno. Si el lama sonríe o habla de forma agradable puede surgir un sentimiento de devoción, pero esto es llamado "el surgir de un sentimiento debido a muchas condiciones". Sin embargo, la devoción a la que se aspira para con el lama es un sentimiento profundo que es independiente de dichas condiciones externas. Por supuesto que al comienzo todavía depende de cosas externas, pero empieza a despertar un sentimiento interno independiente de las condiciones externas y las experiencias de momentos. Es sólo, cuando han surgido por completo esta profunda devoción y confianza inquebrantable cuando la bendición opera de forma tal que los pensamientos comunes y similares se calman naturalmente. Hay descripciones sobre los signos de devoción: aparecen lágrimas en los ojos y la piel se eriza. Pero para que esto suceda es necesario que uno tenga conexión con su lama de muchas vidas; construirla en una sola vida es imposible.

Solamente si uno recibe la bendición auténtica, uno está en posición de percatarse del fruto auténtico, del logro último, los siddhis más elevados. Si uno trata de forzar un sentimiento artificial de devoción y confianza, la bendición e inspiración sólo serán imaginarias y artificiales al igual que el fruto (el resultado). Los mismos maestros a su vez son seres humanos, tienen un cuerpo y a veces están de buen o mal humor y a veces están molestos, tristes, etc. Sin una confianza real y una devoción inquebrantable, uno será influenciado por estas cosas y se sentirá inseguro. Uno se preguntará porque la experiencia de meditación de hoy no es tan fuerte como la de ayer, uno se sentirá inestable e inseguro de sí mismo. Todo esto resulta del hecho de que la devoción y la confianza aún no son verdaderamente inquebrantables.

Cuando uno habla acerca de alcanzar los logros más elevados, no es algo externo o algo nuevo lo que uno alcanza, es la realización o reconocimiento de la naturaleza de nuestra mente. Uno ha alcanzado los logros más elevados cuando uno está libre de todos los estados y condiciones cambiantes del momento y uno ha reconocido la mente tal como es.

La bendición es la habilidad de llevar la mente de otro ser sintiente a la madurez y liberarla. La bendición no tiene forma o algún símbolo de expresión especifico. Aunque durante las transmisiones se utilizan distintos objetos simbólicos, la bendición real es la que viene libre de la idea de que uno está recibiendo o se le esta 0dando una bendición. Esta es la transmisión última y la verdadera bendición. Todo lo demás sólo son símbolos y ejemplos para recibir la bendición.

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