Varios grupos defensores de los derechos humanos de Sudáfrica denunciaron hoy, a través de un comunicado, que el Gobierno sudafricano negará el visado al dalai lama, líder espiritual del Tíbet, para no enturbiar sus relaciones con China.
Los activistas aseguran que el Ejecutivo de Pretoria está dilatando de manera intencionada la concesión del permiso de entrada en el país para impedir la visita del dalai lama, invitado por el arzobispo Desmond Tutu a su 80 cumpleaños, el próximo 7 de octubre.
"Creemos que la entrada en el país de su santidad el dalai lama está siendo impedida por razones políticas que nada tienen que ver con la Constitución y los valores que ésta defiende", aseguró en un comunicado la plataforma "¡Dejadle entrar, ya!", encabezada por la Fundación Desmond Tutu.
Este grupo hizo un llamamiento a los ciudadanos de Sudáfrica y de todo el mundo a condenar la posición del Gobierno sudafricano y "mostrar su desacuerdo a través de movilizaciones pacíficas en Sudáfrica y frente a todas las embajadas del país en el mundo".
La primera de estas movilizaciones tendrá lugar este lunes en Ciudad del Cabo (en el sur de Sudáfrica) frente al Parlamento sudafricano, afirmó Sharleen Mukadam, portavoz de la plataforma.
El grupo de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch emitió ayer un comunicado en la misma línea, en el que denunció que "la reticencia del Gobierno de Sudáfrica a emitir el visado para el dalai lama no tiene base objetiva y responde al miedo a desagradar al Ejecutivo chino".
En una entrevista publicada hoy por el semanario local Mail and Guardian, el arzobispo emérito de Ciudad del Cabo y premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, mostró su "tristeza" por el comportamiento del Gobierno.
"Es improbable que le den el visado. Si fueran a hacerlo, lo habrían hecho ya. Creo que está dilatando el proceso para que la gente no pueda protestar", aseguró Tutu.
China es uno de los principales socios comerciales de Sudáfrica, que ayer firmó acuerdos de exportación de alimentos, materias primas y automóviles con el país asiático, tras la visita a Pekín del vicepresidente, Kgalema Motlanthe.
El pasado martes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, expresó la oposición de Pekín a que Sudáfrica emita un visado para el dalai lama, ya que consideran una afrenta y una "actividad secesionista" que el líder religioso visite cualquier país que mantenga vínculos diplomáticos con China.
El Gobierno de Sudáfrica estudia la concesión del permiso desde el pasado mes de junio -cuando la Fundación Desmond Tutu inició por primera vez los trámites-, escudándose en defectos de forma en la solicitud.
Sin embargo, el visado no ha sido rechazado y el proceso "sigue abierto", dijo hoy a Efe el portavoz del Departamento de Relaciones Internacionales de Sudáfrica, Clyson Monyela.
Por su parte, la oficina del dalai lama en Pretoria afirmó hoy a Efe que aún no han recibido noticia alguna sobre la solicitud, que debe ser tramitada por la Embajada de Sudáfrica en Nueva Delhi.
De confirmarse la negativa, sería la segunda vez que el Gobierno de Sudáfrica impide la entrada al Premio Nobel de la Paz de 1989: en 2009, el Ejecutivo que preside Jacob Zuma rechazó la entrada del líder espiritual, invitado a participar en una conferencia.
El Gobierno de China acusa al dalai lama, exiliado en India desde el año 1959, de defender la independencia del Tíbet, región del Himalaya y antiguo protectorado chino, gobernada por Pekín desde 1950.
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