jueves, 20 de octubre de 2011

Semana del Tibet en Avila

El Centro Internacional de Estudios Místicos organiza la I Semana del Tíbet en Ávila, que se celebrará del 24 al 29 de octubre, con la presencia del representante del Dalai Lama en España

Presentación de la I Semana del Tíbet en Ávila.
Javier Ventosa.
Luis Carlos Santamaría. Ávila
A cercarse a la cultura tibetana, sus tradiciones, su historia, su religión, su lengua o su folklore es el principal objetivo que persigue la I Semana del Tíbet en Ávila, que del 24 al 29 de octubre se desarrollará en la capital abulense.
Miguel Ángel García Nieto, alcalde de Ávila, acompañado por el representante del Dalai Lama en España y director de la Fundación Casa del Tíbet en Barcelona, Thubten Wangchen, presentó las diferentes actividades que se han programado con motivo de esa semana, entre las que destaca la confetencia que el propio Wangchen ofrecerá en el acto inaugural.
Desde la perspectiva vital de un monje budista, Thubten Wangchen considera que su labor principal en este tipo de programas es el de «dar a conocer la sabiduría y conocimiento tibetana» en este caso en una ciudad «pequeña, pero llena de valor, tanto patrimonial como espiritual y cultural» y en donde «la visión de la Muralla iluminada inspira mucho, porque todos necesitamos una muralla interior para mantener nuestra mente sana».
La Semana del Tíbet en Ávila servirá también, según explicó el representante del Dalai Lama en España para «abrir la mente a otras culturas y y religiones, que también existen. El cine, con un total de cuatro proyecciones, una sesión de bailes y cantos tradicionales, y la realización de una ‘mandala’, son algunas de las formas con las que el Tíbet se acercará un poco más a Ávila.
Wangchen aprovechó su presencia ante los medios de comunicación para denunciar de nuevo la situación de «falta de libertad en el Tíbet» debido a la «represión por parte de China, de la que no se habla mucho por el poder de la economía de ese país, pero es importante que el mundo conozca que hay 6 millones de tibetanos que no tienen libertad», lo que ha obligado que muchos de los ciudadanos de ese país hayan tenido que exiliarse. En España viven 110 tibetanos, la mayoría de ellos en Barcelona.
La trayectoria vital de Wangchen, que ya ha participado en varias actividades organizadas desde el Centro Internacional de Estudios Místicos, es un reflejo de las dificultades de los tibetanos para poder vivir con normalidad en su país. A la edad de 5 años tuvo que abandonarlo, lo que le obligó a mendigar por Katmandú o Nepal, antes de ingresar en una escuela para refugiados en la India, hasta que a los 16 años se trasladó al monasterio privado del Dalai Lama, en donde estuvo 11 años. En 1981 llegó a España por primera vez, y en 1988 obtuvo la nacionalidad española.
Para García Nieto, esta semana se trata de «una ocasión para adentrarnos en un pueblo que esá exiliado, pero que mantiene sus raíces».    

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