Madrid, 15 nov (EFE).- "Años de prosperidad", la novela de Chan Koonchung, que ahora llega a España, solo se puede leer en China si se descarga en una dirección de internet, porque las librerías donde se vendió las cerraron. Una ficción sobre el coste que tiene vivir en ese gigante asiático que hoy ha presentado su autor en Madrid.
Avalada por las buenas críticas y las ventas en Alemania, Francia o Inglaterra, "Años de prosperidad", publicada por Destino, se sitúa en la China de 2013; una China rica, floreciente y en apariencia feliz, pero con acciones represivas y fulminantes como que el Gobierno ha borrado un mes entero de la historia oficial."El libro salió primero en Taiwán y luego en Pekín en 2009. Se hicieron muchos foros sobre él y los periódicos grandes lo potenciaron mucho; pero, a partir de ese momento, comenzó la censura y desde entonces solo puede leerse por descargas", ha explicado hoy este autor nacido en Shanghái y educado entre Hong Kong y Boston.
Una historia que fue escrita, según él ha recordado, tras lo sucedido durante y después de los Juegos Olímpicos de 2008, en Pekín, y durante la crisis económica global. Un tiempo en el que, en su opinión, hubo un cambio de mentalidad en la sociedad china.
"La sociedad china está muy preparada para olvidar, no recordar su pasado y meterse de forma obsesiva en una situación de riqueza y bonanza", precisa Koonchung, al tiempo que dice que prefirió escribir sobre un tiempo futuro (2013) y no presente para eludir posibles problemas con el Gobierno".
Así, utilizando el género de "thriller", Chan Koonchung, a las claras pero haciendo recodos y elipsis en este viaje narrativo muy crítico y satírico, cuenta la historia de un escritor taiwanés que vive en Pekín y que piensa que algo no encaja en este país que se sitúa al margen de la crisis mientras el mundo está en una larga recesión.
"La represión contra la población en China se ha incrementado en las últimas décadas, basta con recordar lo ocurrido en Tiananmen. Y esto ocurre cuando el Gobierno quiere poner en marcha determinadas políticas y que la gente no proteste. La paradoja del libro está en cómo el Gobierno practica unas políticas y se llega a la abundancia económica".
Un éxito económico que lleva aparejada la amnesia colectiva de la población. Esta sería la médula de un libro que no ha gustado a los gobernantes, pero en el que también el autor reflexiona sobre el amor y las relaciones personales como verdadero 'leitmotiv' del hombre.
A pesar de todo, Koonchung dice no sentirse perseguido y que trabaja y vive con normalidad. "La censura en China es muy sofisticada. Hay seguimientos y hasta prisión, pero puede haber una atención diferente si se consigue no ofender al Gobierno, y mis lectores están a salvo, porque las descargas no son ilegales.
En este sentido, Koonchung se ha mostrado muy solidario con el gran artista chino Ai Weiwei, muy crítico con el Gobierno y que fue detenido durante varios meses a principios de este año.
"La situación de Weiwei es muy insoportable. Ha sido muy intrépido y efectivo. El Gobierno ha aprendido con él. Fue maltratado durante días y eso da muy mala imagen para China y su cultura", ha matizado el escritor.
Según Chan Koonchung, China vive una mezcla de capitalismo con las ideas de Mao. "Después de la revolución cultural china, el gobierno aceptó el mercantilismo y lo mezcló con las ideas de Mao, del que queda mucha iconografía en la sociedad, y aprecios y odios a partes iguales", concluye.
Carmen Sigüenza
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