Tras una semana de intensa campaña electoral en 17 distritos municipales del norte de Taiwán, Bi-Khim Hsiao está afónica. Los mítines electorales en la isla suelen ser apasionados y ruidosos, "señal de que somos una democracia joven", dice Hsiao, portavoz de la oposición. Las municipales del pasado día 5 fueron clave para su partido, ganador en cuatro distritos, que necesita ganar peso frente al Kuomintang, la fuerza que gobierna desde la primavera de 2008 y que defiende el acercamiento a Pekín.
Defiende la independencia completa de Taiwán, que no tiene el reconocimiento de la ONU. ¿Hasta cuándo puede durar este statu quo?
El PDP cree que Taiwán debe tener la opción a una independencia en toda regla si la población lo aprueba en un referéndum. Si la mayoría votase por la reunificación con China, también lo aceptaríamos. Mientras no haya referéndum, nuestra alternativa es mantener el statu quo actual el mayor tiempo posible, aunque será difícil.
¿Por qué?
Porque apenas una veintena de países nos reconoce y la presión de China como potencia económica es cada vez más fuerte. Aunque Estados Unidos también se adhiera al principio de "una sola China", es el único país comprometido realmente con Taiwán y el hecho de que nos siga vendiendo armas de autodefensa es muy importante.
¿La situación de Tíbet les influencia de algún modo?
Tíbet nos ha servido de lección. El Dalai Lama firmó un acuerdo con el Gobierno de Mao [por el que Pekín se comprometía a respetar la autonomía política y cultural en Tíbet], pero el Partido Comunista no lo respetó nunca. Por eso somos escépticos a la hora de firmar acuerdos con Pekín. No tenemos ninguna garantía de que se respetarán.
¿Y Hong Kong podría ser el modelo para una posible reunificación?
No. En Hong Kong cada vez hay más autocensura por parte de políticos y empresarios con ánimo de no ofender a Pekín. Además, nosotros somos una democracia, Hong Kong nunca lo fue.
¿Estarían dispuestos a la unificación si China se democratiza?
No podemos hacer planes de futuro en función de una hipótesis. Si llega a ocurrir, los taiwaneses decidirán ellos mismos, igual que los países europeos votan si quieren entrar o no en la UE. La mayoría no quiere hoy ser parte de China. Aun así, nos gustaría mantener una postura más amigable con China si esta adopta una postura más democrática y respetuosa con los deseos de los taiwaneses. Pero la realidad es que China continúa amenazándonos.
Un referéndum podría ser una excusa para la agresión militar.
Antes de convocar un referéndum, el PDP trataría de unificar a la sociedad taiwanesa, porque China intenta dividirnos. Creemos que tenemos una identidad propia, más allá de nuestros orígenes chinos, basada en el respeto por la pluralidad y la democracia. Nuestra historia es una lucha por la democracia y los derechos humanos, en contra de la colonización [europea y japonesa] y de la agresión china. Pekín nos ha amenazado en otras ocasiones. Por ejemplo, en 1996, cuando tuvimos las primeras elecciones democráticas y nos lanzaron dos misiles, o en 2000, cuando el PDP ganó las elecciones presidenciales. Cada vez que Taiwán logra un progreso democrático, China nos amenaza, pero no nos detendrán. También contamos con la garantía de que EEUU vendrá a ayudarnos, siempre y cuando no considere que Taiwán haya "provocado" a China.
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