martes, 1 de junio de 2010

NOTICIAS Casa del Tibet Barcelona


El ‘Tibet’ indio cumple 50 años

Instantánea de la ciudad, tomada por un corresponsal del diario El Mundo

Instantánea de la ciudad, tomada por un corresponsal del diario El Mundo

Elmundo.es

En Dharamsala, la pequeña ciudad del norte de la India donde tiene su sede el Gobierno tibetano en el exilio, todas las tiendas tienen colgado un retrato del Dalai Lama. Pero estas fotos muestran a un hombrecillo sonriente de ojos rasgados que apenas pasa de 50 años, mientras que el Dalai Lama real está a punto de cumplir 75.

Probablemente, los pósters que se pueden ver y comprar en Dharamsala, tienen como objeto no sólo reflejar devoción por el líder budista, sino también recordar los tiempos en que la lucha por la libertad del Tíbet gozaba de mejor salud. En 1989, Lhamo Dhondrub, decimocuarto Dalai Lama, recibía el Premio Nobel de la Paz y la causa tibetana estaba de moda en todo el mundo. Dos décadas más tarde, el futuro del Tíbet, de su pueblo y de su líder, son una incógnita.

En 1959, el Tíbet era un país pobre, atrasado y escasamente poblado. Cuando las tropas chinas tomaron a sangre y fuego el Palacio Real de Potala y el Dalai Lama abandonó el país, Pekín se anexionó el territorio tibetano y lo convirtió en una provincia china más. El joven Dalai huyó de Lhasa acompañado de una comitiva de 80 personas y emprendió una larga marcha a pie cruzando las montañas más altas de la tierra. Tras dos semanas de viaje llegó hasta Dharamsala, una ciudad india cuyo nombre significa refugio. Con el permiso del Gobierno indio, estableció allí su residencia y muy pronto aquel lugar se convirtió en un pequeño Tíbet al que cada día llegaban grupos de refugiados desde el otro lado de la frontera. Actualmente, se calcula en más de 100.000 el número de tibetanos (muchos de ellos de segunda generación que viven en suelo indio. Y muchos de ellos se preguntan qué pasará cuando desaparezca su líder.

“Cuando yo muera, por supuesto habrá un retroceso, un serio retroceso”, vaticinó el Dalai hace poco. Su convencimiento de que la causa tibetana atraviesa una crisis que puede convertirse en desastre cuando él ya no esté, quedó patente el año pasado cuando dijo sentirse “cansado” y dispuesto a ceder el testigo de la lucha pacífica a un sucesor. Desde que en 2008 sufrió cuatro hospitalizaciones, el decimocuarto Dalai se ha enfrentado a multitud de rumores sobre su salud y su capacidad para abanderar una causa que parece en punto muerto. El tiempo juega a favor de China, y algunos piensan que la figura del Dalai Lama ha pasado de ser casi una estrella de rock a ser un invitado incómodo al que simplemente se tolera.

Aliados tradicionales
Algunos aliados tradicionales, como la propia India, continúan prestando su apoyo al Tíbet de forma nominal, pero al mismo tiempo no dudan en firmar documentos en los que se alude al Tíbet como “parte integral de China”, tal como acaba de hacer la presidenta Pratibha Patil en su visita oficial a Pekín. Dos famosos jugadores de la selección de críquet de Sri Lanka cancelaron su encuentro con el líder tibetano para evitar incomodar a China, un valioso socio comercial y militar de aquel país.

Por otro lado, la población tibetana que vive en Dharamsala y sus alrededores se queja de que sus otrora hospitalarios “amigos indios” están aprovechándose de su situación para cobrarles excesivos alquileres. Por su parte, los indios acusan a los tibetanos de monopolizar el negocio turístico y de tener costumbres “moralmente relajadas” y actitudes “demasiado modernas”.

Ram Manohar, propietario de un bloque de apartamentos en un pueblo cercano a Dharamsala, se queja de que sus inquilinos tibetanos “beben y llevan navajas” y admite que “si no fuera por el dinero, no querría ni verlos”. A pesar de que respeta “muchísimo” al Dalai Lama y a los tibetanos que llegaron al lugar hace 20 años, piensa que “las nuevas generaciones han hecho de Dharamsala una tierra de nadie donde nadie se siente en su patria”. Lo resume así:”Cuando uno llega a Dharamsala no está ni en el Tíbet ni en la India. Está en una parte de la India donde viven miles de tibetanos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario