miércoles, 17 de noviembre de 2010

Los activistas españoles denuncian la represión marroquí

Los activistas españoles denuncian la represión marroquí y critican la "falta de contundencia" del Gobierno

Javier Sopeña y Silvia García fueron testigos de palizas indiscriminadas y abusos contra saharauis

Los dos miembros de la organización Sáhara Thawra, lograron salir ayer de El Aaiún rumbo a España tras varios días ocultos


:17 h.

Javier Sopeña y Silvia García regresaron a España tras varios días escondidos en casas de saharauis "por miedo a represalias marroquíes". Vivieron el desalojo del campamento de protesta del pasado 8 de noviembre, y aseguran que el Ejército hizo uso de una extrema violencia. "No querían echarnos, querían matarnos", aseguraba uno de ellos. Denuncian también la actitud del Gobierno, pues "falta contundencia". Mientras, en El Aaiún permanecen escondidos Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez. Desde el campamento han denunciado, a través de un vídeo en Youtube, el "genocidio que está cometiendo el régimen marroquí sobre la población civil saharaui". También han instado a Naciones Unidas y Cruz Roja Internacional a intervenir para solucionar el conflicto. Por su parte, la familia del saharaui fallecido en los incidentes de El Aaiún con nacionalidad española actuará ante la Audiencia Nacional para denunciar su muerte. Para ello, han firmado poderes notariales a favor de los representantes legales de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).

Los activistas prosaharauis Javier Sopeña y Silvia García aceptaron la protección consular que les brindó la diplomacia española y ya están en casa. "No teníamos claro qué hacer. En principio queríamos seguir informando, pero era imposible. No sólo no estábamos informando, sino que estábamos molestando", justificaba Sopeña. Y García continuaba: "No era sólo por nuestra seguridad, sino por la de los saharauis que nos ayudaron". Ahora relatan cómo fue el desalojo del campamento de protesta por el Ejército marroquí el pasado 8 de noviembre. Según ellos, los saharauis organizaron una resistencia, pero no tenían armas y pronto se vieron superados por los militares marroquíes, que se contaban por cientos.
Silvia García se quedó aislada con un grupo de mujeres y algunos jóvenes en uno de los pocos edificios de adobe de Agdeim Izik en torno a los que se levantó el campamento de protesta. "Quedamos rodeados por los marroquíes en una casa de pastores", cuenta ante los medios. "Cuando entraron, sacaron a las mujeres, unas 50, y metieron a la decena de jóvenes saharauis en un cuarto. Los sacaban uno a uno y los reventaban antes de subirlos totalmente inconscientes en un coche".
"Sólo se veía barro, sangre y mierda", narra por su parte Javier Sopeña. Continúa afirmando que "era imposible que no te dieran las piedras". Una vez desmantelado el campamento, los activistas recorrieron a pie y tratando de ocultar su identidad los aproximadamente 12 kilómetros que separan Agdeim Izik de El Aaiún. Allí permanecieron escondidos, por miedo a represalias marroquíes: "No querían echarnos querían matarnos", asegura García. Cuentan además cómo un periodista estadounidense fue golpeado por la Policía marroquí al creer que era español.
Ambos se muestran muy críticos con la postura del Gobierno español: "Queremos denunciar claramente la falta de posicionamiento", afirma Silvia García. Y continúa: "Falta contundencia. Digan algo". Sopeña, por su parte, lamenta que "todos los partidos están con el Sáhara hasta que gobiernan".
Mientras, en El Aaiún continúan escondidos otros dos activistas, Isabel Terraza y el mexicano Antonio Velázquez. Desde allí han grabado un vídeo, publicado en Youtube, donde denuncian el "genocidio que está cometiendo el régimen marroquí sobre la población civil saharaui". Aseguran que no revelan su posición para garantizar su propia seguridad: "A nosotros nos quieren matar, porque estamos dando nuestro testimonio al mundo entero, (...) pero como nosotros miles de saharauis están en la misma situación o peor porque policías y militares marroquíes entran con fuerza en sus casas, los torturan y muchos mueren víctimas de estas torturas", relatan.
Aseguran que la decisión de Rabat de prohibir la entrada de la prensa extranjera a la ciudad pretende "esconder estas atrocidades". Por todo ello, Terraza y Velázquez solicitan en su vídeo la intervención "urgente" del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "para que garantice los Derechos Humanos de la población saharaui", y de la Cruz Roja Internacional, para "atender a las víctimas de la represión". "Esto es una emergencia internacional y es necesario que todos los organismos internacionales detengan esta masacre", alertan los activistas.

LA FAMILIA DEL ESPAÑOL MUERTO INICIA ACCIONES LEGALES


La familia del saharaui con nacionalidad española fallecido en los incidentes de El Aaiún continúa emprendiendo acciones para denunciar su muerte. Para ello, han firmado poderes notariales a favor de los representantes legales de Afapredesa (Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis) para que se inicien acciones legales por el fallecimiento de Baby Hamday Buyema ante la Audiencia Nacional. Su hermano sigue recibiendo asesoramiento legal, y está estudiando si ampliar la querella que Afapredesa ha presentado por presuntos delitos de genocidio de Marruecos, o iniciar una nueva por la muerte de Baby. Los familiares aseguran que permanecen a la espera de que el Gobierno de España se ponga en contacto con ellos.
Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional se muestra partidaria de investigar su muerte. Fuentes fiscales destacan la importancia de que el fallecido posea la doble nacionalidad, y recuerdan que entre las atribuciones de la Audiencia Nacional se encuentra investigar los delitos contra españoles cometidos en el extranjero.

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