martes, 31 de mayo de 2011

El Dalai Lama renunció de manera formal a su papel político

Londres.- El Dalai Lama renunció de manera formal a su papel político y administrativo mediante la firma de enmiendas a la Constitución del gobierno tibetano en el exilio, aunque sigue siendo el líder espiritual del Tíbet, informaron hoy medios indios.

“Las modificaciones que nosotros (el Parlamento tibetano) hicimos de la Constitución fueron aprobadas el domingo por el Dalai Lama”, precisó el vocero del Parlamento del Tíbet, Tenzin Norbu.

Los poderes administrativos y políticos del Dalai Lama serán transferidos a los dirigentes tibetanos democráticamente electos en el exilio, explicó Tenzin desde la ciudad de Dharamsala (norte de la India), sede del gobierno en el exilio y donde vive el líder tibetano.

Agregó que el Dalai Lama mantendrá su compromiso con la causa del Tíbet y seguirá siendo el líder espiritual de todos los tibetanos.

Según las enmiendas a la Constitución aprobadas por el Parlamento tibetano, los poderes que antes recaían en el Dalai Lama se han delegado en el Kalon Tripa o Primer Ministro, cargo que recayó en el jurista Lobsang Sangay en las elecciones del pasado 20 de marzo.

El Parlamento también ha aprobado que el título del “gobierno tibetano en el exilio” sea modificado por el de “Administración del Tíbet”, de acuerdo con el diario Hindustan Times.

Tras las reformas a la Carta Magna, el Dalai Lama tendrá derecho a asesorar y alentar por la protección y la promoción del bienestar del pueblo tibetano y seguir participando en los esfuerzos por alcanzar una solución satisfactoria a la problemática del Tíbet.

El Dalai Lama, de 75 años de edad, también presentará en adelante propuestas al gabinete y seguirá reuniéndose con los líderes y organizaciones mundiales para hablar en nombre del pueblo tibetano.

Asimismo, podrá designar a los representantes nombrados por el gabinete para servir a los intereses de Tíbet en cualquier parte del mundo.

El pasado 10 de marzo, el Dalai Lama sorprendió cuando anunció que renunciaría a todos los cargos políticos en el gobierno tibetano en el exilio para quedar sólo como líder espiritual y religioso.

El Dalai Lama, a quien China acusa de líder separatista, vive en Dharmsala, norte de India, a donde huyó del Tíbet tras el fracaso de una revuelta en 1959 contra la dominación china en la región y desde entonces había encabezado la administración tibetana en India.

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