Las autoridades aumentan los controles y suspenden comunicaciones en el Tíbet
02-02-2012 / 10:30 h
Pekín, 2 feb (EFE).- Las autoridades de Lhasa endurecerán los controles a las personas de etnia tibetana para entrar en el Tíbet, donde las comunicaciones se han suspendido temporalmente tras los recientes enfrentamientos entre fuerzas policiales y manifestantes, que causaron varios muertos, informó hoy "South China Morning Post".
El secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en el Tíbet, Qi Zhala, ha ordenado que desde el próximo 1 de marzo las personas de etnia tibetana procedentes de Sichuan (suroeste), Qinghai (noroeste), Gansu (noroeste) y Yunan (suroeste) lleven su tarjeta de identidad para entrar en la región.
Además, las comunicaciones, incluido el uso internet y las llamadas telefónicas al exterior, fueron temporalmente suspendidas en las zonas donde la semana pasada se registraron los choques, en los que murieron tres personas, según fuentes oficiales, y al menos once, según varias ONG.
Qi, según el diario, advirtió a los funcionarios locales que los controles son prioritarios para mantener la estabilidad en Tíbet porque, según dijo, por las fronteras se infiltran separatistas "elegidos desde el extranjero" para organizar sabotajes.
Los funcionarios y policías deben de estar alerta de lo "complejo, arduo y duro" que es la lucha contra del "Grupo del Dalai Lama", añadió Qi, según el periódico.
Esta no es la primera vez que se aplica el control a los tibetanos que quieran entrar en Tíbet, como tras las protestas en Lhasa en 2008, cuando organizaciones de derechos humanos denunciaron que los detenidos sufrieron torturas y malos tratos.
Las protestas de la pasada semana surgieron cuando se extendieron los rumores sobre nuevas inmolaciones de monjes, después de que hayan muerto 12 de los 17 monjes tibetanos que se han prendido fuego en el último año en protesta por la represión que vive su etnia.
Las autoridades en Sichuan culpan a los tibetanos separatistas de fomentar "el odio entre los locales" tal y como sucedió, según las autoridades, en 2008.
Organizaciones de derechos humanos condenaron la represión de estas protestas, en las que, según sus datos, fallecieron once manifestantes en dos comarcas distintas de la prefectura por disparos de la policía contra protestas pacíficas.
Las autoridades chinas, por su parte, aseguran que son sólo tres los fallecidos en los altercados, en los que han participado cientos de ciudadanos y monjes de etnia tibetana, según el diario "Global Times".
"Las fuerzas extranjeras que promueven la independencia del Tíbet siempre han inventado rumores y distorsionado la realidad para desacreditar al Gobierno chino", señaló por su parte el portavoz de la cancillería china, Hong Lei. EFE
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