arga Zambrana Pekín, 6 oct (EFE)- El escritor y activista chino encarcelado Liu Xiaobo se perfila como uno de los candidatos con más posibilidades de obtener el viernes el premio Nobel de la Paz, a pesar de las amenazas de Pekín contra el Instituto Noruego Nobel.
Liu (apellido) "no sabe nada de esas amenazas", señala a Efe en una entrevista telefónica su esposa, la poetisa Liu Xia, bajo vigilancia policial desde que su marido fue detenido y encarcelado en 2008 por redactar el manifiesto "Carta 08", en el que él y otros 303 intelectuales pedían reformas democráticas en China.
"Creo que esas amenazas son irrisorias. El gobierno dijo que la decisión del instituto influirá en la relación entre Noruega y China, de gobierno a gobierno, ¡pero la Fundación Nobel es una institución civil!", explica risueña y con extrema amabilidad.
Liu, nacida en Pekín el 1 de abril de 1961, conoció a su actual marido en 1982. Recuerda entre risas turbadas que les unió la escritura poética y que desarrollaron una profunda amistad a pesar de que ambos estaban casados entonces con otras parejas.
"Establecimos nuestra relación en 1994, después de muchos años de amistad", aclara ella, famosa por su cabeza rapada y su complexión frágil; se casaron en 1996, cuando él cumplía su segunda condena por su disidencia en un campo de trabajo.
Liu, nacido en Changchun (Jilin) el 28 de diciembre de 1955, "nunca pensó que pudiera ser nominado al Nobel de la Paz", explica ella, de hecho, inició su activismo en 1986 criticando a aquellos escritores chinos que ansiaban un Nobel.
"Su abogado debió de mencionarle algo antes de ser transferido (en mayo) a la Prisión de Jinzhou, en Liaoning", es decir, que el candidato más popular y controvertido de este año ignora el revuelo que está causando.
En 1989, el intelectual abandonó su docencia en la Universidad de Columbia (Nueva York) y regresó a Pekín para unirse a los estudiantes pro-democráticos de la plaza de Tiananmen.
Fue él el ideólogo de la huelga de hambre, pero también quien salvó cientos de vidas al negociar la salida pacífica de la plaza de la mayoría de estudiantes la noche del 4 de junio de ese año, horas antes de que los tanques masacraran a los cientos o miles que se negaron a abandonar Tiananmen, todavía un tabú para el régimen.
Quienes lo conocen de entonces, dicen que su carácter beligerante se suavizó e inició una lucha pacifista que ha concentrado apoyos dentro y fuera de su país, como demuestran las 20.000 firmas que hoy respaldan la "Carta 08", inspirada en la "Carta 77" de la extinta Checoslovaquia que derivó en la caída de su régimen comunista.
El día de Navidad de 2009, Liu fue sentenciado a 11 años de cárcel por "subversión contra el poder del Estado", la condena más dura contra un disidente chino en años.
"Para mí es un consuelo saber que hay tantas personas que lo apoyan", asegura la poetisa en referencia al Nobel.
El Instituto Nobel se enfrenta a una disyuntiva: si no concede al premio a Liu, parecerá que las amenazas del régimen chino son efectivas; si gana, Pekín podría recrudecer su represión sobre la ya mermada disidencia política china.
"Los amigos de Xiaobo dicen que prefieren que se lo den, porque sería una gran oportunidad para que China avance en la formación de una sociedad civil", explica Liu, quien asegura que aquellos se turnan para hacerle compañía y consolarla desde la detención, además de apoyar al disidente con sus artículos escritos.
La pareja mantiene una sólida relación a pesar de las continuas detenciones y sentencias que ha sufrido Liu Xiaobo: "No nos arrepentimos en absoluto. En una sociedad así, si presionas mucho, esas consecuencias acaban llegando tarde o temprano".
A diferencia de otros disidentes, descartaron el exilio: "Es una decisión que Xiaobo y yo tomamos hace mucho tiempo. No nos gustaría vivir así. Podríamos habernos ido antes de que lo detuvieran, pero decidimos no hacerlo".
Describe a su marido como "una persona de una gran voluntad, suave y racional. Es modesto, y tiene sentido de la responsabilidad hacia la sociedad".
La poetisa ha visto a su marido sólo en ocho ocasiones desde que fue arrestado el 8 de diciembre de 2008, la mayoría desde que fue transferido a Jinzhou, adonde ella le envía libros: sus autores favoritos son Kafka y Dostoievski. EFE mz/chs
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