Madrid, España.- El budismo se introdujo en China desde la India alrededor del siglo I y se convirtió en la religión de mayor influencia en el imperio después del siglo IV. Se dice que uno de los emperadores Han envió una delegación a la India para traer libros, estatuas y monjes con los que luego se tradujeron los escritos divinos al chino.
China, donde existen más de 13,000 templos budistas, alberga al buda más alto del mundo, de 128 metros de altura, el Buda del Templo de Primavera, en Lushan. Además, el budismo tibetano es es el más popular, no sólo en la región del Tíbet, sino también en la de la Mongolia Interior.
Esta religión, que durante la Revolución Cultural (1966-76) fue prohibida y sus practicantes perseguidos, arrestados y, en el caso de los monjes y monjas, obligados a casarse y vivir en sociedad, hoy ha vuelto a renacer en China con fuerza.
Pero, ¿por qué de pronto muchos ciudadanos chinos han decidido creer en el budismo?. ¿Por qué últimamente se han empezado ha construir más templos budistas en el gigante asiático?.
RENACIMIENTO RELIGIOSO
Una investigación realizada por el investigador Hongyi Harry Lai y publicada en la revista de Estudios Asiáticos de Copenhague explica que desde 1979, tan solo un año después de la apertura económica china, el país ha experimentado el renacimiento de las religiones, en especial del budismo.
Una primera razón es la necesidad de una ideología en la que se pueda creer y confiar para enfrentarse a las incertidumbres sociales y económicas que gran parte de la población china padece tras las reformas económicas y la modernización de su nación.
La creciente economía china ha generado al mismo tiempo una enorme desigualdad económica entre la población, situación que, en los últimos años, ha aumentado a pasos agigantados, por lo que hoy muchos chinos, carentes de una ideología esperanzadora como la que rezaba el maoísmo, han decidido optar por el budismo.
Además del fin de la era de Mao, otra razón es la desilusión popular de la ideología oficial por las constantes denuncias sobre casos de corrupción dentro del estado, hechos que han motivado que un gran numero de personas dejen de creer en su Gobierno y opten por una serie de creencias religiosas para mejorar su visión del futuro.
Por otro lado, también la mayor flexibilidad que actualmente el Estado chino está dando a la libertad de culto, el retorno de la práctica de sus tradiciones y con éstas, el de las creencias religiosas, han motivado el renacimiento de la religión en China.
FINES UTILITARIOS
Pero además de estas razones, Lai apunta que, de acuerdo a un sondeo que él realizó en la provincia de Hubei, en el centro este del país, la mayoría de personas que han empezado a ser religiosas lo está haciendo por fines utilitarios.
Según su encuesta, el 51.6 por ciento de los creyentes se volvió religioso con la esperanza de que la divinidad les traiga beneficios materiales; un 36 por ciento lo hizo buscando prosperidad; un 9,4 por ciento para pedir bienes materiales, y un 6,2 por ciento esperanzados en obtener cura médica o alivio a algún problema de salud.
Los encuestados revelaron que su opción por la religión se basaba en razones prácticas que les permitan tener ventajas en sus vida terrenal, más que en un presunto "más allá".
En China, por tanto, el renacimiento de las prácticas religiosas, en especial del budismo, surge como respuesta a las necesidades primero, materiales, luego, psicológicas y, finalmente, espirituales, que los cambios en el gigante han creado tras 32 años de apertura, afectando a su sociedad.
El budismo, desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas por Siddhartha Gautama alrededor del siglo VI aC, es una religión no-teísta. Es decir, una religión que no menciona la creencia en un Dios, pero que acepta conceptos espirituales como la existencia del alma, la vida después de la muerte y la presencia de dioses.
Su principal meta es alcanzar el despertar de la mente, la completa liberación o "nirvana" a través de la extinción de todos los deseos y mediante una conducta ética y el entrenamiento y cultivo de la mente y el corazón.
DESTACADOS:
* En China, el renacimiento de las prácticas religiosas, en especial del budismo, surge como respuesta a las necesidades primero, materiales, luego, psicológicas y, finalmente, espirituales.
* El budismo se introdujo en China desde la India alrededor del siglo I y se convirtió en la religión de mayor influencia en el imperio después del siglo IV.
* El budismo, desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas por Siddhartha Gautama alrededor del siglo VI aC, es una religión no-teísta. Es decir, una religión que no menciona la creencia en un Dios.
China, donde existen más de 13,000 templos budistas, alberga al buda más alto del mundo, de 128 metros de altura, el Buda del Templo de Primavera, en Lushan. Además, el budismo tibetano es es el más popular, no sólo en la región del Tíbet, sino también en la de la Mongolia Interior.
Esta religión, que durante la Revolución Cultural (1966-76) fue prohibida y sus practicantes perseguidos, arrestados y, en el caso de los monjes y monjas, obligados a casarse y vivir en sociedad, hoy ha vuelto a renacer en China con fuerza.
Pero, ¿por qué de pronto muchos ciudadanos chinos han decidido creer en el budismo?. ¿Por qué últimamente se han empezado ha construir más templos budistas en el gigante asiático?.
RENACIMIENTO RELIGIOSO
Una investigación realizada por el investigador Hongyi Harry Lai y publicada en la revista de Estudios Asiáticos de Copenhague explica que desde 1979, tan solo un año después de la apertura económica china, el país ha experimentado el renacimiento de las religiones, en especial del budismo.
Una primera razón es la necesidad de una ideología en la que se pueda creer y confiar para enfrentarse a las incertidumbres sociales y económicas que gran parte de la población china padece tras las reformas económicas y la modernización de su nación.
La creciente economía china ha generado al mismo tiempo una enorme desigualdad económica entre la población, situación que, en los últimos años, ha aumentado a pasos agigantados, por lo que hoy muchos chinos, carentes de una ideología esperanzadora como la que rezaba el maoísmo, han decidido optar por el budismo.
Además del fin de la era de Mao, otra razón es la desilusión popular de la ideología oficial por las constantes denuncias sobre casos de corrupción dentro del estado, hechos que han motivado que un gran numero de personas dejen de creer en su Gobierno y opten por una serie de creencias religiosas para mejorar su visión del futuro.
Por otro lado, también la mayor flexibilidad que actualmente el Estado chino está dando a la libertad de culto, el retorno de la práctica de sus tradiciones y con éstas, el de las creencias religiosas, han motivado el renacimiento de la religión en China.
FINES UTILITARIOS
Pero además de estas razones, Lai apunta que, de acuerdo a un sondeo que él realizó en la provincia de Hubei, en el centro este del país, la mayoría de personas que han empezado a ser religiosas lo está haciendo por fines utilitarios.
Según su encuesta, el 51.6 por ciento de los creyentes se volvió religioso con la esperanza de que la divinidad les traiga beneficios materiales; un 36 por ciento lo hizo buscando prosperidad; un 9,4 por ciento para pedir bienes materiales, y un 6,2 por ciento esperanzados en obtener cura médica o alivio a algún problema de salud.
Los encuestados revelaron que su opción por la religión se basaba en razones prácticas que les permitan tener ventajas en sus vida terrenal, más que en un presunto "más allá".
En China, por tanto, el renacimiento de las prácticas religiosas, en especial del budismo, surge como respuesta a las necesidades primero, materiales, luego, psicológicas y, finalmente, espirituales, que los cambios en el gigante han creado tras 32 años de apertura, afectando a su sociedad.
El budismo, desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas por Siddhartha Gautama alrededor del siglo VI aC, es una religión no-teísta. Es decir, una religión que no menciona la creencia en un Dios, pero que acepta conceptos espirituales como la existencia del alma, la vida después de la muerte y la presencia de dioses.
Su principal meta es alcanzar el despertar de la mente, la completa liberación o "nirvana" a través de la extinción de todos los deseos y mediante una conducta ética y el entrenamiento y cultivo de la mente y el corazón.
DESTACADOS:
* En China, el renacimiento de las prácticas religiosas, en especial del budismo, surge como respuesta a las necesidades primero, materiales, luego, psicológicas y, finalmente, espirituales.
* El budismo se introdujo en China desde la India alrededor del siglo I y se convirtió en la religión de mayor influencia en el imperio después del siglo IV.
* El budismo, desarrollado a partir de las enseñanzas difundidas por Siddhartha Gautama alrededor del siglo VI aC, es una religión no-teísta. Es decir, una religión que no menciona la creencia en un Dios.
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