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sábado, 20 de febrero de 2010

China-EEUU: tensiones de la nueva bipolaridad


El nuevo lugar de menor fortaleza relativa de los EEUU puede estimular los intereses confrontativos y desafíos a Washington. Eso explicaría, por ejemplo, la tensión con Irán.

sábado, 20 de febrero de 2010

China y EEUU derrumbaron la ilusión de una nueva bipolaridad que mostrara más la sinergia entre los dos gigantes que los abismos que abren sus codazos en un cuarto que parece muy estrecho. El temario de las diferencias va desde la gestión del cambio climático a la protección que el gigante asiático hace de su colosal mercado interno; la barrera a las exportaciones norteamericanas necesitadas de oxígeno, y la inquietante desconfianza china en el destino del dólar como moneda de reserva. Eso además de Tibet y Taiwan.

Si se corre un poco la frontera teórica se puede advertir que es mucho más lo que construye y revela este conflicto. Lejos de la contradicción típica de intereses entre las dos estructuras económicas más importantes del globo, en esta tensión parecen hallarse las primeras señales como gotas de un río que será mar, de un fenomenal reacomodamiento planetario, un proceso que aceleró de un modo aún no mensurado la actual crisis económica.

Esta pesadilla financiera que ahora aletea ominosa sobre Europa, está ordenando de otro modo una realidad que ya venía compleja. “Hacia mediados de siglo -escribe el politólogo Dominique Moisi-, el mundo occidental representará solo 12% de la población mundial, con los europeos reducidos al 6%. En 1913, Europa estaba más poblada que China”. En ese mundo que será asiático agrega que “Occidente representará el 30% de la producción global, la mitad de lo que era en 1950”.

No es algo que haya que observar bajo el agua. La claridad de ese reacomodamiento explica la forma en que transitaron los últimos más duros intercambios sino-norteamericanos y la escalada del duelo. Aquí conviene no perder de vista dos elementos.

De ambos jugadores, aquel que parece exhibir mayor impaciencia es sin embargo el que tiene el tiempo de su lado, China. El otro dato, aún más relevante, es que el nuevo lugar de menor fortaleza relativa de EEUU. puede constituir un confuso estímulo para intereses que circulan por las orillas de este duelo, por ejemplo, Irán, Israel y no solo ellos.

Los roces entre los dos gigantes comenzaron con el cruce de sanciones comerciales por denuncias de dumping que inició EEUU. Luego apareció el acoso a Google, la condena china a muerte de un británico y la venta por parte de EEUU de más de US$ 6 mil millones en armas a Taipei. La cereza acaba de aparecer con la recepción en la Casa Blanca al Dalai Lama tibetano.
Esa región del Himalaya, como la isla no comunista frente a la provincia china de Fujian, son territorios cuya soberanía demanda Beijing. Son espacios delicados. Pero no todo debería ser como parece.

Barack Obama no incluyó en ese arsenal los submarinos y cazas F16 que había prometido en su momento el beligerante George Bush. Hay si una flotilla de 60 helicópteros Black Hawk que no son intimidantes para el régimen.

En cuanto al Dalai Lama, Obama se esmeró para que el encuentro careciera de un alcance protocolar que aumentara la irritación china que, de todos modos, retiró su embajador en EEUU y no retiró su amenaza de sancionar a Boeing entre otras corporaciones norteamericanas. Cabe preguntarse hasta dónde escalará el conflicto.

En su libro “On the brink” (“En el Borde”) Henry Paulson, el ex ministro de Economía de Bush, afirma que en 2008, en plena crisis financiera Moscú, irritado con la Casa Blanca por el apoyo norteamericano a Georgia, le pidió a China que venda en masa sus bonos en las hipotecarias semiestatales Fannie Mae y Freddie Mac y así acelerar la bancarrota por la burbuja inmobiliaria. Beijing que tenía nada menos que US$ 400 mil millones de esos papeles, se negó para no arruinar aún más a EE.UU. Rusia en cambio vendió aceleradamente los US$ 65,6 mil millones que tenía colocados en ambas compañías.

¿Por qué la China de esos gestos actúa hoy con más impaciencia? Sinólogos como George Gilder, Martin Jacques y hasta The Economist sostienen que en esa crisis el país asiático maduro y ganó autoconfianza. Washington, en cambio, ha perdido capacidad de coerción y “no está preparado para lo que eso significa: no poder negociar desde una posición de superioridad con China”, escribe Jacques. “Tras su exitoso pasaje por la crisis económica de 2008, China -creció 10%- actúa con menor tolerancia a ser ignorada ... tiene lo que decir sobre el mundo y espera ser escuchada”, apunta, a su vez, The Economist.

Es un diseño que Washington parecería ignorar hoy más que ayer. Una razón es que Obama intenta ganar el voto del centro a la derecha y una forma es mostrando los dientes a la potencia asiática. Sorprende, pero en EEUU. parte de la clase media apabullada por la crisis cree que la posición relativa del país depende de sus líderes y no de contradicciones objetivas por ejemplo el enorme déficit fiscal, la deuda interna o una desocupación récord. Esa frustración esta en la base del movimiento Tea Party y las otras derechas conservadoras que ya conquistaron Massachussets, tierra históricamente demócrata.

Esa ceguera explica las críticas que recibió Obama tras su visita el año pasado a China en la que no logró abrir ese mercado para los bienes norteamericanos y, lo que es peor, se mostró con el respeto cuidadoso que reserva un deudor hacia su principal acreedor. Recordemos que los chinos se niegan a liberar la cotización de su moneda para no encarecer sus exportaciones.
Este es el punto más álgido de la relación y el que revela la proyección de China en un mundo que ya no admite como unipolar.

Obama con su dureza también busca no ceder áreas de influencia cruciales. China puede comprender el punto pero la crisis todo lo acelera. El retiro del embajador en Washington es una leve señal si se advierte que esta semana Beijing decidió diversificar su cartera y por primera vez dejó de ser el principal tenedor de bonos norteamericanos. El argumento: los déficits fiscales sin precedentes de EEUU.

Desconfianza o puro realismo. Moisi, provocador, anota algo más: “anuncia que el dominio global de Occidente llega a su fin estimulado por sus propios errores y por su conducta irresponsable”. Por Marcelo Cantelmi - Analista internacional

viernes, 5 de febrero de 2010

La Casa Blanca confirma visita del Dalai Lama




La Casa Blanca confirma visita del Dalai Lama pese a protesta de Pekín

WASHINGTON — La Casa Blanca confirmó este jueves que el Dalai Lama, líder tibetano en el exilio, será recibido este mes por el presidente Barack Obama, pese a las protestas de Pekín.

"Estará aquí este mes", dijo el vocero de la Casa Blanca Robert Gibbs al responder una pregunta sobre la fecha del viaje del Dalai Lama a Washington que había sido anunciada el martes.

Sin embargo, no dio la fecha exacta de la llegada ni indicó si posará junto a Obama para los fotógrafos.

El lugar preciso del encuentro en la Casa Blanca será importante: si el Dalai Lama es recibido en la sala Oval, centro nervioso de la presidencia, no faltarán quienes lo interpreten como una señal importante luego de las advertencias de Pekín acerca de este encuentro.

La Casa Blanca había explicado el martes que "el Dalai Lama es una figura cultural y religiosa respetada en el mundo entero y es en condición de tal que el presidente lo va a recibir".

Pekín, que acusa al Dalai Lama de querer la independencia del Tíbet, protestó declarando que "China se opone firmemente a la visita del Dalai Lama a Estados Unidos y a que los dirigentes norteamericanos lo reciban".

El líder tibetano visitó Estados Unidos en octubre del año pasado, un mes antes de que Obama viajara a China en una visita oficial. En esa ocasión el presidente estadounidense fue criticado por una parte de la clase política por no haberlo recibido.

La visita anunciada del jefe espiritual tibetano se inscribe en un contexto de degradación de las relaciones entre Washington y Pekín.

China, que considera a Taiwán una provincia rebelde, suspendió la semana pasada sus intercambios militares con Estados Unidos y anunció "sanciones apropiadas contra las sociedades americanas implicadas", luego de que la administración de Obama sellara un contrato de más 6.400 millones de dólares de ventas de armamento norteamericano a Taipei.

Los dos países tienen además litigios comerciales, entre los que figura la amenaza del motor de búsqueda Google de abandonar sus actividades en China, y otros de tipo diplomático, como la demora de Pekín en aceptar la necesidad de apretar las clavijas de Irán en las negociaciones sobre el programa nuclear de este país.

Obama prometió el miércoles ser "más firme" con respecto a China para respetar los acuerdos comerciales concluidos entre los dos países, principalmente sobre la apertura del mercado interior chino a los productos estadounidenses.

"Los precios de nuestros bienes (exportados a China) no son inflados artificialmente y los precios de sus bienes no son reducidos artificialmente" por la cotización de la moneda china que los países occidentales considera muy baja, explicó Obama.

Gibbs, por su parte, intentó adoptar un tono conciliador el jueves, y remarcó que todos los problemas "discutidos y mencionados" estas últimas semanas habían "sido objeto de discusión entre el presidente Obama y el presidente chino, Hu" Jintao en noviembre de 2009.

jueves, 4 de febrero de 2010

los chinos tambien desaparecen

Gao Zhisheng, el abogado candidato a Nobel, lleva un año desaparecido

Pekín, 4 feb (EFE).- La familia del abogado chino Gao Zhisheng, el candidato al premio Nobel de la Paz desaparecido hace hoy un año, expresó su angustia por el silencio que mantiene Pekín sobre su paradero y que pone en entredicho el Estado de derecho en su país.

"Hasta los familiares de un condenado a muerte tienen derecho a saber dónde se encuentra", dijo hoy a Efe Gao Zhiyi, hermano mayor del desaparecido, en conversación telefónica desde su provincia natal, Shaanxi, en el centro de China.

La última vez que habló con Zhisheng fue cuando éste le llamó el verano pasado para decirle que estaba bien, aunque detenido, sin tiempo para decir dónde.

Ahora sus familiares temen que haya sido torturado, o algo peor.

El abogado autodidacta que en 2001 fuera considerado uno de los diez mejores del país por el Gobierno chino por denunciar corruptelas, cayó en desgracia en 2004 al empezar a defender a miembros del grupo budista Falun Gong, ilegalizado por Pekín en 1999, y a católicos clandestinos supuestamente torturados.

Detenido en varias ocasiones, Gao hizo públicos, con todo detalle, los golpes, descargas eléctricas y otros tormentos a los que fue sometido durante 54 días por la policía en 2007.

Después de que su esposa y dos hijos consiguieran huir a EEUU en enero de 2009, Gao fue detenido por una docena de policías. La última vez que se le vio fue el 4 de febrero pasado.

Zhiyi, que al morir su madre tuvo que ocuparse como un padre de sus tres hermanos menores, incluido el benjamín, Zhisheng, llamó en diciembre a uno de los policías que detuvieron al abogado y que le dijo que había "desaparecido en septiembre durante un paseo".

"¿Cómo es posible que desapareciera si lo acompañaban hasta al baño?", se pregunta el hermano mayor, que sigue sin tener respuesta después de dos visitas a Pekín y numerosas llamadas telefónicas.

China ha respondido de forma críptica a las preguntas de EEUU, la UE y grupos pro derechos humanos sobre la situación del letrado a quien el presidente norteamericano, Barack Obama, arrebató el Nobel de la Paz.

En las últimas dos semanas, el portavoz de la cancillería china Ma Zhaoxu ha señalado que Gao "está donde debe estar", o que él no puede "saber dónde está cada uno de los 1.300 millones de chinos". E incluso calificó la pregunta de "absurda".

"Yo no juzgo si lo que ha hecho mi hermano es correcto o no, pero sea lo que sea, tiene que ser penado conforme a la ley. El Gobierno debe dar una explicación. Todo esto me parece un engaño. No tengo cultura, pero creo que es injusto", agregó Zhiyi.

La esposa de Gao, Geng He, exiliada en Nueva York, coincide con su cuñado. "El Gobierno dice que China es un Estado de derecho, pero en este caso no lo está demostrando", señaló a Efe por teléfono.

Geng recuerda otras detenciones recientes de disidentes políticos, como Hu Jia o Liu Xiaobo, en las que las autoridades dieron cuenta de su paradero a la familia y permitieron visitas.

El caso de Gao no sólo es inusual, sino surrealista, ya que ante la insistencia de la familia, la policía responde que el procedimiento para averiguar su paradero exige que "el desaparecido se persone en comisaría con su carné de identidad".

"Espero que la conferencia de derechos humanos entre China y EEUU que se celebrará a finales de mes, Obama pregunte públicamente por el caso de Gao", expresó la esposa, que dice sentirse angustiada, al igual que sus hijos, una niña y un niño.

Teng Biao, abogado amigo del desaparecido, no pierde la esperanza de que Gao se encuentre todavía "vivo, aunque bajo custodia".

Por su parte, organizaciones de derechos humanos destacan que la desaparición de Gao, insólita entre activistas famosos, confirma, sin embargo, una tendencia preocupante en el seno del régimen.

"Las desapariciones están creciendo en China", dijo a Efe Nicholas Bequelin, investigador de la ONG Human Rights Watch (HRW). "Han desaparecido miles de tibetanos y uigures que desde las (respectivas) protestas" en esas regiones y Pekín tampoco responde a los organismos internacionales sobre esos casos.

"Es inaceptable", prosigue Baquelín. "Mi lectura es que la cancillería no sabe dónde está Gao porque no está siendo informada por la policía. Pero el principal problema es que Gao desapareció tras haber sido torturado y puede estar siendo torturado de nuevo".

El hecho de que esté desaparecido significa que "no disfruta de un marco legal que lo proteja" o que está muerto o que no está presentable porque ha sido torturado, o está incomunicado, "pero todo esto son sólo especulaciones", concluye Bequelin.

Marga Zambrana

Obama asegura que EE UU puede ganar al desafío de China

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En un intento de levantar al mismo tiempo la moral de su partido y de su país, Barack Obama ha afirmado ante los senadores demócratas que EE UU está todavía a tiempo de ganar la competencia que representa China y de seguir siendo el líder mundial en el siglo XXI. "Si conseguimos competir en igualdad de oportunidades, nadie podrá vencernos", ha asegurado.

Obama con los demócratas
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, escucha una de las preguntas que realiza uno de sus compañeros demócratas- REUTERS

    Tenzin Gyatzo

    Dalai Lama

    A FONDO

    Nacimiento:
    06-07-1935
    Lugar:
    Takster
    Barack Hussein Obama

    Barack Obama

    A FONDO

    Nacimiento:
    04-08-1961
    Lugar:
    Honolulu

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China puede ir más rápido, ha reconocido. "No es una democracia, no tiene que debatir, nadie puede obstruir la acción del Gobierno". Puede, por tanto, obtener mejores resultados a corto plazo. "Pero nosotros", ha dicho, "tenemos la mejor tecnología, los trabajadores más formados y tenemos, por tanto, que demostrar que podemos ser más competitivos". Esa competencia, según ha afirmado, es especialmente importante en el terreno de las energías alternativas. "El país que sea capaz de desarrollar y comercializar con éxito energías limpias conseguirá el liderazgo en el siglo XXI", ha pronosticado.

Obama ha aludido a China, a preguntas de los senadores demócratas, en el contexto de los retos que Estados Unidos tiene por delante para conservar su predominio mundial, pero ha asegurado que está interesado en tener las mejores relaciones con el Gobierno de Pekín, sin hacer mención al contencioso que actualmente sostienen ambos países por la venta de armas norteamericanas a Taiwan y el anuncio de una próxima visita a la Casa Blanca del líder espiritual del Tíbet, Dalai Lama.

Sí ha insistido, sin embargo, en que era importante que China respetara las reglas del comercio internacional y que abriera sus mercados a los productos extranjeros. Obama ha afirmado que una mínima mejora en la penetración de los bienes norteamericanos en los mercados asiáticos supondría una enorme cantidad de puestos de trabajo creados en EE UU.

Sobre eso ha girado la mayor parte del debate: sobre el empleo y sobre el déficit que amenaza el futuro económico del país. Obama ha explicado a sus compañeros de partido que era importante responder "al dolor y la ansiedad" que soportan los ciudadanos por culpa del paro y, al mismo tiempo, aparecer también como políticos responsables desde el punto de vista fiscal ante los electores. El presidente ha admitido que la creación del monumental déficit actual (1,56 billones de dólares) es culpa de la Administración anterior, pero ha advertido que las consecuencias las pueden pagar los candidatos demócratas en las elecciones legislativas de noviembre: "Ésta es una bomba que nosotros no hemos puesto, pero que nos puede estallar debajo".

El encuentro con los demócratas, de un formato similar al que la semana pasada sostuvo con congresistas republicanos y que causó un gran impacto nacional, tenía el propósito de despertar al partido mayoritario del letargo en el que cayó tras su sorprendente derrota en Massachusetts. "La respuesta no puede ser no hacer nada", ha dicho Obama. "Tenemos que terminar el trabajo de la reforma sanitaria, tenemos que terminar la reforma financiera, tenemos que cumplir con nuestro trabajo por muy difícil que sea".

El presidente ha alertado sobre la pésima reputación que su labor tiene entre una gran parte del pueblo y ha sugerido que modifiquen ciertos hábitos de trabajo y actúen de forma más transparente. "Hemos pagado un precio alto por la falta de transparencia", ha dicho, "y es importante que tengamos siempre las cartas sobre la mesa".