jueves, 4 de febrero de 2010

los chinos tambien desaparecen

Gao Zhisheng, el abogado candidato a Nobel, lleva un año desaparecido

Pekín, 4 feb (EFE).- La familia del abogado chino Gao Zhisheng, el candidato al premio Nobel de la Paz desaparecido hace hoy un año, expresó su angustia por el silencio que mantiene Pekín sobre su paradero y que pone en entredicho el Estado de derecho en su país.

"Hasta los familiares de un condenado a muerte tienen derecho a saber dónde se encuentra", dijo hoy a Efe Gao Zhiyi, hermano mayor del desaparecido, en conversación telefónica desde su provincia natal, Shaanxi, en el centro de China.

La última vez que habló con Zhisheng fue cuando éste le llamó el verano pasado para decirle que estaba bien, aunque detenido, sin tiempo para decir dónde.

Ahora sus familiares temen que haya sido torturado, o algo peor.

El abogado autodidacta que en 2001 fuera considerado uno de los diez mejores del país por el Gobierno chino por denunciar corruptelas, cayó en desgracia en 2004 al empezar a defender a miembros del grupo budista Falun Gong, ilegalizado por Pekín en 1999, y a católicos clandestinos supuestamente torturados.

Detenido en varias ocasiones, Gao hizo públicos, con todo detalle, los golpes, descargas eléctricas y otros tormentos a los que fue sometido durante 54 días por la policía en 2007.

Después de que su esposa y dos hijos consiguieran huir a EEUU en enero de 2009, Gao fue detenido por una docena de policías. La última vez que se le vio fue el 4 de febrero pasado.

Zhiyi, que al morir su madre tuvo que ocuparse como un padre de sus tres hermanos menores, incluido el benjamín, Zhisheng, llamó en diciembre a uno de los policías que detuvieron al abogado y que le dijo que había "desaparecido en septiembre durante un paseo".

"¿Cómo es posible que desapareciera si lo acompañaban hasta al baño?", se pregunta el hermano mayor, que sigue sin tener respuesta después de dos visitas a Pekín y numerosas llamadas telefónicas.

China ha respondido de forma críptica a las preguntas de EEUU, la UE y grupos pro derechos humanos sobre la situación del letrado a quien el presidente norteamericano, Barack Obama, arrebató el Nobel de la Paz.

En las últimas dos semanas, el portavoz de la cancillería china Ma Zhaoxu ha señalado que Gao "está donde debe estar", o que él no puede "saber dónde está cada uno de los 1.300 millones de chinos". E incluso calificó la pregunta de "absurda".

"Yo no juzgo si lo que ha hecho mi hermano es correcto o no, pero sea lo que sea, tiene que ser penado conforme a la ley. El Gobierno debe dar una explicación. Todo esto me parece un engaño. No tengo cultura, pero creo que es injusto", agregó Zhiyi.

La esposa de Gao, Geng He, exiliada en Nueva York, coincide con su cuñado. "El Gobierno dice que China es un Estado de derecho, pero en este caso no lo está demostrando", señaló a Efe por teléfono.

Geng recuerda otras detenciones recientes de disidentes políticos, como Hu Jia o Liu Xiaobo, en las que las autoridades dieron cuenta de su paradero a la familia y permitieron visitas.

El caso de Gao no sólo es inusual, sino surrealista, ya que ante la insistencia de la familia, la policía responde que el procedimiento para averiguar su paradero exige que "el desaparecido se persone en comisaría con su carné de identidad".

"Espero que la conferencia de derechos humanos entre China y EEUU que se celebrará a finales de mes, Obama pregunte públicamente por el caso de Gao", expresó la esposa, que dice sentirse angustiada, al igual que sus hijos, una niña y un niño.

Teng Biao, abogado amigo del desaparecido, no pierde la esperanza de que Gao se encuentre todavía "vivo, aunque bajo custodia".

Por su parte, organizaciones de derechos humanos destacan que la desaparición de Gao, insólita entre activistas famosos, confirma, sin embargo, una tendencia preocupante en el seno del régimen.

"Las desapariciones están creciendo en China", dijo a Efe Nicholas Bequelin, investigador de la ONG Human Rights Watch (HRW). "Han desaparecido miles de tibetanos y uigures que desde las (respectivas) protestas" en esas regiones y Pekín tampoco responde a los organismos internacionales sobre esos casos.

"Es inaceptable", prosigue Baquelín. "Mi lectura es que la cancillería no sabe dónde está Gao porque no está siendo informada por la policía. Pero el principal problema es que Gao desapareció tras haber sido torturado y puede estar siendo torturado de nuevo".

El hecho de que esté desaparecido significa que "no disfruta de un marco legal que lo proteja" o que está muerto o que no está presentable porque ha sido torturado, o está incomunicado, "pero todo esto son sólo especulaciones", concluye Bequelin.

Marga Zambrana

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