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domingo, 12 de febrero de 2012

Algunos chinos tambien sufren

La condena de 7 años de cárcel aplicada por un tribunal chino al disidente Zhu Yufu, por “incitar a la subversión” a través de un poema, se suma a los temas sobre los derechos humanos en China que EE.UU. tratará con el próximo líder chino, Xi Jinping, durante la visita que este hará mañana a la capital estadounidense, Washington.

 

Dan 7 años de prision por subversion a poeta chino
En febrero de 2011, las protestas a favor de la “Revolución de los Jazmines” en China fueron reprimidas duramente por las autoridades del régimen comunista. (Archivo)
PEKÍN (EFE). Según informó ayer el diario “South China Morning Post”, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, que será el anfitrión de su homólogo Xi en EE.UU., se reunió el jueves pasado con defensores de los derechos humanos en China, para discutir sobre el deterioro de los mismos en el gigante asiático.    

En la reunión, Biden subrayó “la creencia y el compromiso de la administración estadounidense en la universalidad de los derechos humanos” y reiteró “que una gran apertura y la protección de los derechos universales son la mejor manera para la innovación, prosperidad y estabilidad de todos los países, incluida China”.    

Ese encuentro se produjo un día antes de que en China el disidente Zhu Yufu fuese condenado por un Tribunal de la ciudad oriental de Hangzhou a siete años de cárcel por la escritura del poema: “¡Es Hora, pueblo chino!” y de difundir mensajes a través de internet para incitar las protestas.    

El poema de Zhu, según las autoridades chinas, se difundió el año pasado para convocar en China “manifestaciones jazmín” como las de la Primavera árabe.    

“¡Es hora, pueblo chino! La plaza (en referencia a Tiananmen) es de todos. Tus pies son tuyos. Es hora de que los utilices para ir a la plaza y elegir. Las canciones son de todos, la garganta es tuya. Es hora de que la utilices y cantes desde el fondo de tu corazón. China es de todos, la elección es de cada uno. Es hora de que por ti mismo elijas la China del futuro”, reza el poema.    

Durante su juicio, en enero, Zhu negó todos los cargos y solo reconoció que compartió el poema con algunos amigos. Apenas tuvo  la oportunidad de defenderse.    

“El único momento en el que mi padre pudo decir algo fue cuando era conducido fuera de la corte, se paró y dijo: quiero apelar”, relató el hijo de Zhu, Zhu Ang, a quien cita el “South China Morning Post”, y que, junto a su madre, fueron los únicos a los que se les permitió escuchar la sentencia.    

Cientos de  chinos  difundieron partes del poema de Zhu y comentaron sobre su condena a través de sus microblogs.   

martes, 10 de agosto de 2010

empresas chinas obligan a trabajar a miles de reclusos convictos en proyectos

Pekín, 10 ago (EFE).- Un diario independiente de Hong Kong acusó a las empresas chinas de emplear a presos convictos de su país en proyectos desarrollados en Asia y África, un extremo negado hoy por el gobierno de la República Popular.

Según un artículo publicado por el diario "South China Morning Post", las empresas chinas obligan a trabajar a miles de reclusos convictos en proyectos de infraestructuras en Sri Lanka o Maldivas.

El uso de estos convictos esclavizados viene a sumarse, en opinión del rotativo, a la lista de violaciones de derechos humanos en el régimen chino y de competencia desleal en sus políticas de comercio internacional e inversiones.

En Sri Lanka se calculan en miles los presos chinos que trabajan para compañías estatales chinas en la construcción de puertos, ferrocarriles y otros proyectos de infraestructuras.

El diario hongkonés informa también de la presencia de presos chinos en las islas Maldivas, donde el gobierno de la República Popular está construyendo 4.000 viviendas como un "regalo" al gobierno local a cambio de instalar una pequeña base para la Marina china en una de las 700 islas desiertas del archipiélago.

Las empresas chinas que operan en proyectos en África habían sido criticadas por los sindicatos locales debido a que empleaban a sus propios obreros, algunos de ellos presos en "libertad condicional".

El diario señala en una columna que "las compañías chinas no pueden conseguir la liberación de miles de presos por su cuenta" por lo que "es obvio que la práctica está institucionalizada a instancias del Gobierno chino".

El Ministerio de Comercio del país asiático salió hoy al paso de estas acusaciones, publicadas también por algunos medios extranjeros, a las que calificó de "un sinsentido sin evidencias".

En un comunicado publicado en su página web, el Ministerio señala que según los códigos de contratación y cooperación laboral de China, las empresas sólo pueden mandar al extranjero personal que sea elegible y que carezca de antecedentes penales.

"Los delincuentes convictos y las personas que han sido enviadas a campos de reeducación a través del trabajo tienen prohibido por ley viajar al extranjero", aseguró el ministerio.

China cuenta con la mayor población presa del planeta, con 1,57 millones de convictos en 2009, según la lista confeccionada anualmente por el Centro Internacional de Estudios sobre Prisiones del King's College de Londres, lo que iguala a la población de Estonia o de Qatar.

Además, el último informe de Amnistía Internacional indica que la República Popular ejecuta unos 22 prisioneros al día, según datos estimados, lo que supone tres veces más que las penas de muerte que se practican en el resto del mundo. EFE

sábado, 5 de junio de 2010

sobre TIANANMEN

Memorias del ex primer ministro defienden "derramamiento de sangre" Tiananmen


Pekín, 5 jun (EFE).- El ex primer ministro chino Li Peng defiende en sus memorias la represión militar contra los estudiantes que se manifestaban en la plaza de Tiananmen de Pekín en 1989 en demanda de apertura política, un "derramamiento de sangre" que asegura contaba con el apoyo de Deng Xiaoping.

Según publica hoy el periódico independiente "South China Morning Post", la filtración proviene del borrador del libro "Diario del 4 de junio", escrito por el propio Li Peng y que está previsto que se publique en Hong Kong el 22 de junio.

Las revelaciones coinciden con el vigésimo primer aniversario de la matanza de Tiananmen, en la que se calcula que pudieron llegar a morir hasta 2.000 personas.

Li Peng, primer ministro entre 1988 y 1998, es uno de los políticos más impopulares de la historia reciente de China y era el líder del ala más conservadora del Partido Comunista a finales de los 80, cuando se produjeron las protestas estudiantiles.

Actualmente, con 81 años y un estado de salud muy deteriorado, Li -apodado "el carnicero de Pekín" por el suceso- afirma que la decisión de mandar tropas militares contra los estudiantes tuvo el beneplácito de Deng Xiaoping, por aquel entonces líder "de facto" del país asiático.

"Las medidas para la ley marcial tienen que ser de mano firme, y debemos minimizar los daños pero tenemos que prepararnos para derramar un poco de sangre", dijo Deng a la cúpula comunista en mayo de 1989, según las memorias del ex primer ministro.

Li también reitera que la entrada de los tanques en Tiananmen se hizo para evitar que China entrase en una espiral destructiva.

"Sacrificaría mi vida y la de mi familia para prevenir que China atravesase una tragedia como la Revolución Cultural", asegura, en referencia al período negro entre 1966 y 1976 en el que Mao Zedong purgó los "elementos contrarrevolucionarios" en todo el país.

El libro de Li será editado por Bao Pu, quien también publicó el año pasado los diarios de Zhao Ziyang, el entonces secretario general del Partido Comunista de China, partidario del diálogo.

En sus propias memorias, Zhao -relevado por no apoyar la acción y cuya detención se prolongó hasta su muerte- acusó a Li de sembrar el miedo y azuzar a Deng Xiaoping para que tomase la decisión de acabar con los estudiantes.

La matanza de Tiananmen continúa siendo uno de los asuntos más delicados para el régimen comunista, que justifica la represión en aras del desarrollo económico alcanzado por el país en las últimas décadas.

Más de dos décadas después, Pekín sigue sin publicar una lista de muertos en la matanza de estudiantes de Tiananmen. EFE

martes, 1 de junio de 2010

MAS PROHIBICIONES

Gobierno chino prohibió imprimir y sacar fotocopias en la región autónoma del Tíbet

Los nombres de quienes soliciten estos servicios serán reportados a las autoridades.

El diario independiente "South China Morning Post" informó que las autoridades chinas indican que el objetivo de esta radical medida es evitar "actividades ilegales", aunque los analistas la califican de discriminatoria y peligrosa.

La nueva normativa exige a los propietarios de negocios de fotocopias que registren e informen a las autoridades de seguridad de los nombres y direcciones de los tibetanos que pidan sus servicios y que no los acepten, bajo la amenaza de ser clausurados y afrontar "graves castigos".

Un oficial de policía de la capital tibetana, Lhasa, confirmó al diario independiente la medida: "Estamos llevando a cabo una inspección en todas las tiendas de impresión y fotocopias", que se lleva a cabo "por la necesidad de seguridad y estabilidad".

La medida está siendo cuestionada por numerosos analistas que creen que sólo avivará las tensiones y la desconfianza entre los tibetanos y la etnia china han, que se anexionó la región en 1949 con la llegada al poder de los comunistas de Mao Zedong.

Tanzen Lhundup, miembro del Centro de Investigación de Tibetología, fundado por el gobierno chino, calificó la prohibición de "imprudente" e "impopular". "Nunca he visto medidas así en la historia del Tíbet, ni siquiera en los turbulentos días del pasado. Tendrían que haber consultado primero con el público y el poder de la policía debería estar sujeto a un escrutinio legal y público", señaló este experto.

La famosa blogera tibetana residente en Pekín, Tserang Woeser, explicó que la restricción se está aplicando en la belicosa región de los Himalayas desde el pasado mes de febrero, lo que pudo comprobar en su último viaje al Tíbet.

Según esta fuente, las tiendas no pueden imprimir o fotocopiar libros, panfletos o escrituras budistas en tibetano. "Me quedé asombrada por esta medida que es obviamente discriminatoria. Los comerciantes dicen que no tienen alternativa, que la orden proviene de las autoridades", señaló Woeser.

La medida forma parte de una campaña destinada a limitar las actividades de los monjes, intelectuales y activistas tibetanos que osen criticar los controles políticos impuestos tras las revueltas de 2008, en las que murió una veintena de personas, agregó. Desde entonces, la región se encuentra cerrada a la prensa extranjera y a los observadores internacionales.

jueves, 24 de diciembre de 2009

historia de un traidor

Ngapoi Ngawang Jigme, el jefe del ejército del Tíbet que en 1950 no pudo hacer frente al avance de los comunistas chinos, y que acabó convirtiéndose en el tibetano de más poder en la época comunista, falleció el 23 de diciembre en Pekín a los 99 años, informó hoy el diario ", ".
El militar y político, descendiente de los antiguos reyes del Tíbet, fue probablemente el único tibetano que ostentó altas cotas de poder tanto en la época de los Dalai Lama, como en el posterior régimen comunista, ya que fue una destacada figura durante la época de Mao Zedong y presidió la región autónoma en dos ocasiones.
Nacido el 1 de febrero de 1910 en Lhasa, la capital de la región tibetana, Ngapoi Ngawang Jigme era miembro de uno de los principales clanes de la aristocracia local, los Korkhang.
Tras cursar estudios en Reino Unido, regresó al Tíbet, en cuyo ejército se enroló en 1932, y comenzó su carrera política en la provincia de Qamdo (este tibetano), de la que era gobernador en 1950.
Su formación en el extranjero le convirtió en uno de los principales partidarios de la reforma política y modernización del Tíbet, entonces todavía con un sistema de amos y siervos y donde la religión budista dominaba el gobierno.
En esa época fue nombrado comandante del ejercito del Tíbet por el Dalai Lama para hacer frente al avance de los comunistas, pero Ngapoi Ngawang Jigme perdió la definitiva batalla que en octubre de 1950 supuso el final del régimen teocrático y el comienzo del dominio maoísta.
Aunque fue detenido, logró ganarse la amistad de los captores, consideró que el comunismo podría ser un vehículo para llevar a cabo las reformas que quería para el Tíbet, y apenas un año después se convirtió en el subcomandante en jefe de las fuerzas del comunista Ejército de Liberación Popular en el "Techo del Mundo".
Fue él, de hecho, quien lideró las negociaciones entre chinos y tibetanos en 1951, representando al entonces adolescente Dalai Lama, y firmó los acuerdos de paz que establecían soberanía china sobre el Tíbet a cambio de garantías de autonomía y libertad religiosa.
La huida del Dalai a la India, en 1959, tampoco apagó la influencia de Ngapoi Ngawang Jigme, quien tras el fracaso de las revueltas tibetanas de ese año pasó a ser el principal portavoz de las políticas del régimen comunista en Tíbet.
En 1965 se convirtió en el primer presidente de la Región Autónoma del Tíbet (cargo que volvió a ocupar en los años 80), aunque en 1967, en plena efervescencia de la Revolución Cultural, se trasladó a Pekín, donde vivió gran parte del resto de su vida.
En el momento de su deceso, ocupaba el cargo de vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, órgano asesor del Gobierno central.
Uno de sus hijos, Ngapo Jigme, huyó a Estados Unidos hace dos décadas y es uno de los activistas pro independencia del Tíbet más destacados: es el jefe de la sección tibetana de Radio Free Asia y también ha trabajado para Free Tibet Campaign, según relata "South China Morning Post".
Muchos tibetanos en el exilio consideran a Ngapoi Ngawang Jigme un "traidor a la causa", y así se le retrata en las películas de Hollywood que han abordado el conflicto.
Sin embargo, otros también reconocen que su presencia en el régimen comunista sirvió para moderar algunas de las políticas represoras de Mao y sus sucesores hacia el "Techo del Mundo".