BRUSELAS, 1 Set 2009 (AFP) -
La líder uigur en el exilio Rebiya Kadeer, acusada por el gobierno chino de haber fomentado los disturbios de julio en la provincia de Xinjiang que dejaron casi 200 muertos, se mostró abierta el martes en Bruselas a dialogar con Pekín sobre el futuro de su comunidad.
"Estoy dispuesta a dialogar con las autoridades chinas sobre los medios para remediar los errores políticos de los últimos 60 años y obrar para realizar reformas políticas", declaró Kadeer ante la comisión de derechos humanos del Parlamento Europeo en Bruselas, donde fue invitada oficialmente por primera vez.
"Es hora de que el gobierno chino se siente a dialogar conmigo, con su santidad el Dalai Lama y con todos los dirigentes de las comunidades chinas no hans (etnia mayoritaria en China, ndlr), que fueron calumniados, encarcelados o difamados simplemente porque estaban en desacuerdo con la política oficial", defendió la líder uigur.
Kadeer pidió a la Unión Europea que "presione a las autoridades chinas para que respeten las leyes de autonomía que figuran en la Constitución" respecto a Xinjiang, provincia del noroeste chino que los uigures denominan el Turkistán Oriental.
La disidente en el exilio exhortó igualmente a Bruselas a exigir a Pekín "una verdadera investigación independiente" sobre los disturbios interétnicos del 5 de julio que dejaron 197 muertos, según las autoridades, pero "muchos más", según Kadeer, que niega las acusaciones de Pekín de estar detrás de esos incidentes.
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