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miércoles, 2 de septiembre de 2009

a china le crecen los enanos ¿porque sera ?

BRUSELAS, 1 Set 2009 (AFP) -
La líder uigur en el exilio Rebiya Kadeer, acusada por el gobierno chino de haber fomentado los disturbios de julio en la provincia de Xinjiang que dejaron casi 200 muertos, se mostró abierta el martes en Bruselas a dialogar con Pekín sobre el futuro de su comunidad.

"Estoy dispuesta a dialogar con las autoridades chinas sobre los medios para remediar los errores políticos de los últimos 60 años y obrar para realizar reformas políticas", declaró Kadeer ante la comisión de derechos humanos del Parlamento Europeo en Bruselas, donde fue invitada oficialmente por primera vez.

"Es hora de que el gobierno chino se siente a dialogar conmigo, con su santidad el Dalai Lama y con todos los dirigentes de las comunidades chinas no hans (etnia mayoritaria en China, ndlr), que fueron calumniados, encarcelados o difamados simplemente porque estaban en desacuerdo con la política oficial", defendió la líder uigur.

Kadeer pidió a la Unión Europea que "presione a las autoridades chinas para que respeten las leyes de autonomía que figuran en la Constitución" respecto a Xinjiang, provincia del noroeste chino que los uigures denominan el Turkistán Oriental.

La disidente en el exilio exhortó igualmente a Bruselas a exigir a Pekín "una verdadera investigación independiente" sobre los disturbios interétnicos del 5 de julio que dejaron 197 muertos, según las autoridades, pero "muchos más", según Kadeer, que niega las acusaciones de Pekín de estar detrás de esos incidentes.

martes, 1 de septiembre de 2009

REFUGIADOS TIBETANOS REZAN POR LA PAZ EN EL MONTE FUJI







REFUGIADOS TIBETANOS REZAN POR LA PAZ EN EL MONTE FUJI
Silueta de un activista tibetano en una bandera tibetana durante una oracion colectiva en un campameto situado a 3.400 metros sobre el nivel del mar, en el Monte Fuji de Japonasesl 22 de agosto de 2009. Unos cincuenta tibetanos y japoneses han peregrinado a la cumbre mas alta de Japon para pedir la paz en el mundo y la liberacion de los Tibetanos y otras minorias en China, como los uiures, con motivo del 50º aniversario del levantamiento tibetano contra el regimen comunista chino. NO CONTRA LOS CHINOS, sino contra el regimen de corruptos y calientasillas del PCCh. como csi todos los comunistas del mundo, lo tuyo es mio y lo mio tambien, esa es la doctrina comunist actual.,

jueves, 27 de agosto de 2009









En un sorpresivo anuncio que podría desatar la ira de China, el gobierno de Taiwán aprobó una visita del líder espiritual tibetano Dalai Lama a esa isla para rezar por las víctimas del tifón Morakot.
El líder tibetano en el exilio fue invitado esta semana por miembros de la oposición de Taiwán, donde el paso del tifón, a principios de agosto, dejó más de 500 muertos.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, aceptó el pedido de los líderes de la oposición de invitar al religioso tibetano.
China suele protestar contra los países que reciben al Dalai Lama, a quien considera un peligroso separatista.
¿Se quejará China?
En este caso, el viaje es particularmente polémico dado que China considera tanto al Tíbet como a Taiwán partes inseparables de su territorio.
Como explica la corresponsal de la BBC en Taiwán, Cindy Sui, normalmente una visita del Dalai Lama a Taiwán desataría fuertes protestas de Pekín.
Sin embargo, según Sui no está claro si esta vez el gobierno chino protestará muy enérgicamente pues no quiere perjudicar al presidente taiwanés, con quien tiene mejor relación que con el anterior, quien era pro independentista.
El anterior gobierno de Taiwán –isla que alberga a una gran comunidad de tibetanos en el exilio y a millones de budistas- permitió varias visitas del Dalai Lama, la última en 2001.
Pero el presidente actual, que asumió su cargo en 2008, es mucho más cercano a China que su predecesor.
Críticas por tifón
El año pasado Taiwán negó permiso de visita al Dalai Lama, bajo el argumento de que no era el momento adecuado pues su país quería mejorar las relaciones con China.

Ha habido fuertes críticas a los esfuerzos de rescate en Taiwán.
Pero el tifón y sus consecuencias han dejado a Ma en una posición difícil, dado que el mandatario ha sido fuertemente criticado por no actuar de manera más efectiva y rápida.
El aparente mal manejo del tifón hizo caer su popularidad a un récord de sólo 20%. Según la corresponsal de la BBC en Taiwán, el presidente tuvo que dar luz verde al Dalai Lama pues no podía permitir que la imagen de su partido siguiera cayendo.
"Hemos decidido permitir al Dalai Lama visitarnos, pues vendrá a rezar por las víctimas y los sobrevivientes”, dijo Ma a los periodistas.
El tibetano llegaría el día 31 de agosto y se quedaría cuatro días en la isla. Sus voceros dijeron a la agencia Reuters que hace tiempo que el religioso quiere visitar Taiwán y que espera deseoso este viaje.
El religioso ofrecerá consuelo a los sobrevivientes, muchos de los cuales quedaron sin techo, dijo la oficina de información del tibetano, con sede en India.

martes, 25 de agosto de 2009

estados policiales viva la democracia




cuando uno no puede con la razon, lo hace con la policia

Una nueva ley, que actualmente se debate en la Asamblea Nacional Popular (ANP, máximo órgano legislativo chino), dará a la policía armada del país permiso para interrogar a sospechosos y gestionar el transporte público en caso de emergencia, informó la agencia oficial Xinhua.
También podrán asistir en la persecución y arresto de sospechosos, así como "responder a incidentes que amenacen la seguridad pública".
El proyecto de ley, presentado a la ANP ayer, lunes, establece nuevas obligaciones para este cuerpo especial de policía, compuesto por 680.000 efectivos, creado en 1982 y dependiente de las fuerzas armadas.
La policía militar fue el cuerpo que ocupó las calles de Lhasa (capital de la región del Tíbet) y Urumqi (capital de Xinjiang) tras las violentas revueltas de tibetanos y uigures que se vivieron, respectivamente, el 14 de marzo de 2008 y el 5 de julio de 2009.
Según el borrador, la policía militar debe participar en la respuesta a "revueltas, situaciones caóticas, graves crímenes y ataques terroristas", considerados todos ellos incidentes que "amenazan la seguridad nacional".
La nueva normativa busca regularizar los principios de actuación de este cuerpo paramilitar, y establece que a partir de su aprobación sólo podrá ser movilizada a petición del Gobierno central, no de los locales como hasta ahora.
La policía armada china fue originalmente creada para proteger a líderes políticos, edificios gubernamentales, redes principales de transportes y recursos naturales, pero su función ha evolucionado hasta convertirse en el principal cuerpo antidisturbios del país.
China sufre alrededor de 80.000 protestas cada año, muchas de ellas por conflictos de tierras o laborales, y algunas de ellas se saldan con violentos incidentes entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Cerca de 200 personas fallecieron en las revueltas registradas el pasado mes de julio en Urumqi, y otras 19 en las de Lhasa (Tíbet), según las cifras del Gobierno chino.

lunes, 17 de agosto de 2009

El falso multiculturalismo chino






El falso multiculturalismo chino
Por Brahma Chellaney, profesor de Estudios Estratégicos del Centro de Investigación en Ciencia Política de Nueva Delhi. Autor de El monstruo asiático: el auge de China, India y Japón. Traducción: José María Puig de la Bellacasa (LA VANGUARDIA, 16/08/09):
Tras envolver militarmente la región de Xinjiang, rica en petróleo, es posible que las autoridades chinas hayan sofocado la revuelta uigur. Sin embargo, este episodio, el más mortífero de las manifestaciones de minorías étnicas registradas a lo largo de decenios – junto con el levantamiento que tuvo lugar en la meseta tibetana-muestra los costes políticos de la absorción étnica forzosa y hace trizas el espejismo de una China monolítica.
Las políticas de absorción forzosa en Tíbet y Xinjiang, ricos en petróleo, dieron comienzo después de que el hombre fuerte del país, Mao Tse Tung, creara un corredor de enlace entre las dos regiones rebeldes engullendo la zona india de Aksai Chin, de 38.000 km2,parte del Estado de Jammu y Cachemira.
En la actualidad, alrededor de un 60% del territorio de la República Popular China comprende territorios que no habían estado bajo el gobierno directo de la dinastía Han. El tamaño de China, de hecho, es el triple del que poseía bajo la última dinastía Han, la dinastía Ming, que cayó a mediados del siglo XVII. En el sentido territorial el poder Han se halla en su cenit, circunstancia simbolizada por el hecho de que la Gran Muralla se construyó a modo de perímetro de seguridad del imperio Han.
La absorción manchú en el seno de la sociedad Han y la dilución de la población autóctona en la Mongolia interior significa que los tibetanos y los grupos étnicos musulmanes de lenguas túrquicas de Xinjiang sean los únicos grupos que quedan como núcleos resistentes.
Sin embargo, los acontecimientos sucedidos desde el año pasado se alzan como penoso recuerdo ante los ojos de las autoridades chinas en el sentido de que su estrategia de colonización étnica y económica de la tierra tibetana y uigur está atizando un notable malestar. Mientras por una parte los esfuerzos gubernamentales para extender el uso de la lengua, cultura y poderío comercial Han han alimentado el resentimiento local, por otra el desarrollo económico en esas regiones – orientado a la explotación de sus ricos recursos-ha contribuido a marginar a la población autóctona. Mientras se deja a la población local el empleo en trabajos serviles, los colonos Han se reservan los empleos bien pagados y directivos, símbolo de la ecuación entre colonizados y colonizadores.
Factor aún más importante, la misma supervivencia de las principales culturas de etnia no Han se ve amenazada. Desde el adoctrinamiento en la escuela y la reeducación política forzosa a la reducción drástica del suelo cultivable y de la vida monástica, el hecho es que las políticas chinas han contribuido a infundir sentimientos de sojuzgamiento y resentimiento en la población de Tíbet y Xinjiang.
A fin de sinologizar los territorios poblados por minorías, la multifacética estrategia de Pekín comprende seis factores: alterar cartográficamente las fronteras del suelo patrio de ciertas etnias; inundar demográficamente culturas no Han, al modo como la expansión del gobierno Han sobre Manchuria, Mongolia interior y Taiwán se logró ampliamente mediante la migración durante un prolongado periodo de tiempo; reescritura de la historia para justificar el control chino; colonización económica; puesta en práctica de una hegemonía cultural susceptible de difuminar las identidades locales, y mantenimiento de la represión política.
En el plano demográfico, Pekín no intenta un exterminio étnico en estas regiones, sino una asfixia étnica. Esta estrategia, consistente en asfixiar a la población autóctona mediante la campaña migratoria, equivale a la aniquilación cultural.
Un primer paso en esta dirección fue la reorganización cartográfica de las regiones de residencia de minorías. Mediante una división electoral de Tíbet de acuerdo con sus propios intereses, Pekín situó la mitad de la meseta de Tíbet y casi el 60% de la población tibetana bajo jurisdicción Han en las provincias de Qinghai, Sicuani, Gansu y Yunan. El desmembramiento cartográfico de Tíbet creó el marco destinado a diluir étnicamente a los tibetanos, tanto en las áreas separadas como en el resto del Tíbet, rebautizado como “región autónoma de Tíbet”.
En el caso de la Mongolia interior, se hizo lo contrario: se amplió para incluir áreas Han como la región de Henao a fin de reducir a los mongoles a una minoría e impedir cualquier demanda o aspiración (inspirándose en el deseo de China de unificación con Taiwán) en el sentido de la unificación de las dos Mongolias.
En la actualidad, las lenguas tibetana y uigur están desapareciendo ya de las escuelas locales a medida que las autoridades las retiran del currículo académico. Y, como parte integrante de la estrategia de absorción forzosa, las familias de las minorías étnicas son obligadas a enviar al menos a un miembro de la familia a trabajar en fábricas situadas en distantes provincias Han o a enfrentarse de lo contrario a una multa de dos mil yuanes, alrededor de doscientos euros. Se anima sobre todo a las jóvenes de minorías a trasladarse a provincias Han y casarse con un Han como parte del programa de absorción patrocinado por el Estado. La rápida sinologización, sin embargo, no ha hecho más que agudizar el sentido de identidad y ansia de libertad tibetana y uigur.
La principal idea directriz del sistema chino sigue siendo la uniformidad, como señala el eslogan del presidente Hu Jintao relativo a una “sociedad armoniosa” concebida para reforzar la cuestión de la adhesión social. Apenas es de extrañar que la respuesta pública de Hu al malestar uigur consistiera en pedir a las autoridades locales que “aislaran y asestaran un golpe” a los agitadores, en lugar de ir a las causas del descontento.
Mientras India aplaude la diversidad, China rinde tributo a un monoculturalismo artificialmente impuesto, aunque incluye oficialmente 56 nacionalidades, la nacionalidad Han (que, según el último censo del 2000, representaba el 91% de la población total) y 55 grupos étnicos minoritarios. China intenta no sólo restar importancia a su diversidad étnica, sino ocultar las brechas culturales y lingüísticas existentes en el seno de la mayoría Han, no sea que las divergencias históricas norte-sur afloren nuevamente.
Los Han (divididos en siete o más grupos distintos desde el punto de vista lingüístico y cultural) serán cualquier cosa salvo un grupo homogéneo. Las principales lenguas de China aparte de las empleadas en territorios de minorías, incluyen el mandarín, el hakka (hablado en varias áreas del sur), el gan (provincia de Jiangxi), el wu (provincia de Zhejiang), el xiang (provincia de Hunan), el yue (sobre todo en la provincia de Guangdong), el pinghua (vástago yue), el min del sur (hokkien/ del taiwanés) y el min del norte.
No obstante, los comunistas se han valido del mito de la homogeneidad para atizar el nacionalismo Han. Este mito, concebido en un principio para unificar a los no manchúes en contra de la dinastía manchú Qing, fue ideado por Sun Yat-Sen, un cantonés que encabezó el movimiento republicano que tomó el poder en 1911. La posterior imposición de la lengua del norte, el mandarín, contribuyó a instaurar una lingua franca en una sociedad diversa, pero casi un siglo después no es el mandarín sino las lenguas locales las que se siguen hablando comúnmente.
Actualmente, gracias a la mayor conciencia de la realidad derivada de los avances en las tecnologías de la información y la comunicación, los hakka, los sichuaneses, los cantoneses, los shanghaineses, los fujianeses, los swatoweses, los hunaneses y otras comunidades clasificadas oficialmente como Han reafirman sus identidades distintivas y su patrimonio cultural.
Los problemas internos de China no desaparecerán a menos que sus gobernantes dejen de imponer la homogeneidad cultural y renuncien a la asfixia étnica como estrategia del Estado llevada a la práctica en áreas de minorías. Tras el levantamiento tibetano en el 2008, el año 2009 será recordado como el de la revuelta uigur. Si se considera que el año próximo se cumplirá el LX aniversario de la ocupación china de Tíbet, el centro de atención se situará en los desafíos internos de China. Mientras el crecimiento económico aminora su ritmo y el malestar interno aumenta a una cadencia similar a la del PIB chino, tales desafíos se extienden de hecho al corazón de la propia China.