martes, 12 de abril de 2011

El budismo, una alternativa espiritual moderna

El budismo, una alternativa espiritual moderna

  • 11-Abril-2011
Según la encuesta Pew Forum, organización especializada en información religiosa, en 2008 el budismo pasó a ser la tercera religión más practicada en EU después del cristianismo y el judaísmo.
  • La cifra de seguidores del budismo ha experimentado un sorprendente crecimiento en los últimos años. En la imagen, el Dalai Lama dando una conferencia en París. Foto DPA
Los Ángeles, EU.- Cada vez más famosos, músicos y ciudadanos de a pie de Estados Unidos y del mundo están optado por un despertar espiritual a través del budismo. Y a pesar de que existen gran cantidad de ramificaciones y prácticas en torno a la misma religión, la cifra de seguidores de lo que los expertos catalogan como una alternativa particularmente importante a otras confesiones occidentales ha experimentado un sorprendente crecimiento.

De acuerdo con varias encuestas, el número de budistas en Estados Unidos oscila entre los 3 y los 4 millones. Eso quiere decir que un 1,6 por ciento de la población sigue las enseñanzas de Buda Gautama (originalmente llamado Siddharta Gautama).

Según la encuesta Pew Forum, organización especializada en información religiosa, en 2008 el budismo pasó a ser la tercera religión más practicada en el país después del cristianismo y el  judaísmo.

Las enseñanzas de Buda, que según la tradición vivió en el norte de India en el siglo V antes de Cristo, se expandieron por toda Asia y llegaron a los Estados Unidos con la llegada de los primeros inmigrantes asiáticos.

"El budismo llegó al país a través de múltiples vehículos. Algunas comunidades se establecieron a través de la inmigración. Algunos llegaron desde Asia por medio de lo que se conoce como actividades misioneras especialmente de Japón y el Tíbet, y luego se desarrollaron, pero la práctica también llegó tras un afán académico de estudiosos religiosos y filósofos", asegura el profesor de filosofía experto en budismo Jay Garfield, del Smith College de Northampton, en Massachusetts.

A pesar de que existen diferentes tipos de budismo -las dos principales ramas son Theravada y Mahayana-, Garfield asegura que la doctrina es la misma y lo que cambia es el énfasis en las formas de practicarla, las costumbres y la cultura.

En cuanto a la razón por la cual esta religión está teniendo una acogida tan grande en Estados Unidos -de 1990 a 2001 se observó un crecimiento del 170 por ciento-, este experto cree que existen muchos motivos que atraen a la gente.

"Una de las razones de su éxito es la armonía y confluencia deliberada con la modernidad, se presenta como una alternativa distintivamente moderna a la religión y espiritualidad", asegura Garfield.

Y es que el budismo hace énfasis en la razón, en los sentidos y en la percepción. "No es una religión reveladora, no hay que invocar a una divinidad, responde a muchas cosas modernas. Está en armonía con la ciencia, la razón y la evidencia. Muchas personas no quieren asumir cosas inseguras, no quieren formar parte de una tradición religiosa a la que no se pueda adherir de forma racional".

Para este filósofo, el budismo no sólo se está expandiendo en términos de números, sino de influencia en la cultura popular e intelectual. Hay multitud de películas de Hollywood con referencias budistas, como "Little Buddha", "Kundun", "Siete años en el Tíbet", "La guerra de las galaxias" y "Matrix".

Garfield además destaca que este credo, como cualquier otra materia, se transforma con el tiempo. "Buda nunca hubiera podido predecir que sus enseñanzas se impartirían por Internet".

Las herramientas tecnológicas también son utilizadas por una de las más importantes ramas del budismo: el Soka Gakkai. Esta ramificación, que nació en el siglo XIII con base en las enseñanzas del monje japonés Nichiren, ya cuenta con 12 millones de seguidores en 192 países y es considerado el grupo de budismo laico más grande del mundo.

En Estados Unidos tiene medio millón de adeptos. Uno de sus mentores es César Canales, que explica la doctrina humanista como algo de causa y efecto. Este líder religioso se atreve a aventurar que si el mundo entero practicara el budismo habría paz mundial.

A pesar de que se trata de un pensamiento idílico, Garfield cree que la misión de los budistas no es convertir a todas las personas, sino poner al alcance de todos las enseñanzas del budismo. "Su Santidad el Dalai Lama ha dicho que diferentes religiones le convienen a diferentes personas. No todo el mundo debe ser religioso. Hay gente que está mejor siendo judía, cristiana, sij o sin religión".

Coincide con ello Geshe Dadul Namgyal, un monje que forma parte del programa de invitados de la Universidad Emory de Atlanta, Georgia, que asegura que convencer a todos no es posible ni práctico. "Ni siquiera en los tiempos del Buda se pudo convertir a toda la India al budismo. Y no es necesariamente algo bueno de hacer", dijo a dpa.

Este religioso, que llegó del Tíbet hace varios años para estudiar ciencia y budismo, cree que todas las religiones tienen el mismo potencial de producir personas felices y sabias. "Lo importante es la sinceridad que la gente tenga con sus creencias. Algunas veces la tendencia es ser atento y cuidadoso con algo nuevo, así que existe una posibilidad de que el mensaje budista de amor y compasión perdure, se escuche y se practique para alcanzar la paz".

Sin embargo, la meta de Canales no es convertir a todo el mundo. De momento, el objetivo de su religión para el 2030, cuando se cumplan 100 años de la doctrina en Estados Unidos, es crear más centros, escuelas y universidades Soka en donde se pueda fortalecer el espíritu.

"El mensaje del budismo es que todos los individuos pueden superar todo tipo de dificultades si hacen un cambio interior en su vida. Se llama revolución humana", dice Canales.

"Es una forma de desarrollar una capacidad ilimitada para llevar una vida mejor y más creativa, y contribuir con su esfuerzo al mejoramiento de la sociedad. La felicidad no debe depender de cosas externas. Si yo cambio, cambia mi entorno".

Lo que está claro es que la felicidad no está en el dinero. De eso dan fe muchos famosos que han recurrido a estas enseñanzas para llenar sus vidas. Es el caso de actores como Richard Gere, Steven Seagal, Keanu Reeves, Orlando Bloom, y en la música la cantante Tina Turner, los compositores Patti Smith, Herbie Hancock y el famoso saxofonista Wayne Shorter, entre otros.

En cuanto a la influencia de grandes celebridades en el budismo, Garfield considera que Hollywood tiene un gran impacto en la cultura, y si un famoso hace algo, siempre habrá gente que querrá imitarlo.

"No creo que el hecho de que haya famosos en el budismo tenga una determinación grande en el futuro del budismo. Pero obviamente la gente siempre estará influenciada por las celebridades".

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