viernes, 29 de abril de 2011

BUTAN Y BENALMADENA

Los lamas y la Familia Real de Bután muestran su apoyo al proyecto político liderado por Bolín en Benalmádena

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Los lamas y la Familia Real de Bután muestran su apoyo al proyecto político liderado por Bolín en Benalmádena

Los reyes de Bután, el país asiático con el que Benalmádena guarda unas excelentes relaciones fruto de las cuales se edificó en el municipio la ya célebre Estupa, han mostrado su respaldo a Enrique Bolín en su nueva andadura política y han hecho saber al presidente de Benalmádena Organización Liberal Independiente (BOLI) que los lamas de esta nación budista ubicada en el tramo oriental de la cordillera del Himalaya están celebrando ceremonias como muestras de apoyo al proyecto que lidera el ex alcalde.
Una de las cuatro reinas, esposa del padre del actual rey, visitará Benalmádena el próximo mes de junio y se ha mostrado esperanzada de que los representantes de BOLI estén en el Ayuntamiento a su llegada a la localidad. Por este motivo, los lamas están realizando ofrendas por el éxito electoral de la formación. El máximo responsable del partido ha agradecido este respaldo y ha recordado que las banderas de Benalmádena y Bután tienen los mismos colores, amarillo y naranja, “lo que es interpretado por los budistas como una señal de buena suerte”.
La relación entre Bolín y la Familia Real de Bután nació en 2002, cuando fue invitado, junto con una delegación del Ayuntamiento, a visitar este pequeño país situado entre la India y el Tíbet, vedado a los turistas occidentales. Considerado el ‘reino de la felicidad’, Bután está hermanado con Benalmádena desde que se construyó la Estupa en la localidad, un proyecto promovido por el maestro budista Lopon Tsechu Rinpoche e impulsado por el entonces alcalde, Enrique Bolín.
Conocida como la Estupa de la Iluminación, fue inaugurada el 5 de octubre de 2003 y actualmente es la más grande de Occidente, con 33 metros de alto. En el budismo, una estupa es un monumento que representa paz, prosperidad y armonía, siendo asimismo un lugar de meditación. Junto a su valor espiritual, el recinto se ha convertido en una cita obligada para los turistas que visitan la Costa del Sol, atrayendo todos los años a miles de visitantes hasta la localidad.

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