Los tibetanos pueden soportar sin problemas la altura porque dos mutaciones genéticas le ayudan a mantener bajo su nivel de hemoglobina, revela un estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah (EE.UU.). EFE/ArchivLos tibetanos pueden soportar sin problemas la altura porque dos mutaciones genéticas le ayudan a mantener bajo su nivel de hemoglobina, revela un estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah (EE.UU.). EFE/Archiv
Washington, 12 may (EFE).- Los tibetanos tienen mutaciones genéticas que les ayudan a sobrevivir en alturas, lo que podría dar argumentos a quienes afirman que los habitantes de los altiplanos son diferentes a los que viven en tierras bajas.
Según un estudio realizado por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah (EE.UU.), publicado hoy en la revista Science, los tibetanos pueden soportar sin problemas la altura porque esas dos mutaciones mantienen bajo su nivel de hemoglobina.
Las tierras altas del Tibet son uno de los ambientes más extremos en los que viven los humanos y los tibetanos, en general, han desarrollado esas variaciones que no han sido detectadas a nivel general en los habitantes de La Paz, la ciudad más importante de Bolivia a 3.800 metros sobre el nivel del mar, según los científicos.
De todas formas, cuando los habitantes de tierras bajas visitan las ciudades “altas” de Suramérica, al igual que cuando visitan el Tibet, la falta de oxígeno puede causar malestar (el “apunamiento” o “soroche” de las tierras altas andinas) que puede llegar a una inflamación fatal del corazón o el cerebro.
La investigación tuvo como objetivo examinar la respuesta del cuerpo a la hipoxia, un trastorno causado por la falta de oxígeno, con el fin de contribuir al tratamiento del mal de altura y otras enfermedades vinculadas con la hipoxia.
Para identificar las regiones del genoma que pudieron contribuir a la adaptación de los tibetanos a la altitud, Tatum Simonson, del Departamento de Genética Humana en la Universidad de Utah, y sus colegas compararon las variaciones genómicas de los tibetanos con las de poblaciones de tierras bajas en China y Japón.
Los investigadores observaron primero las diferencias en los genes cuyas funciones conocidas indican que podrían desempeñar un papel en la adaptación.
Después, Simonson y sus colegas analizaron las porciones del genoma que contienen patrones de variación del ácido desoxirribonucleico (ADN) que ocurren en los tibetanos, pero no entre habitantes de tierras bajas y que, por lo tanto, pueden haberse propagado entre la población porque incluye genes que ofrecen una ventaja en la supervivencia en las tierras altas.
En ambas categorías apareció un pequeño grupo de genes, incluidos dos, EGLN1 y PPARA, que probablemente contribuyeron a los bajos niveles de la hemoglobina en la sangre de los tibetanos.
Los autores señalan que es posible que los niveles más bajos de hemoglobina en los tibetanos contrarresten las complicaciones vinculadas con los niveles altos que aparecen entre los no tibetanos expuestos a condiciones de las tierras más altas.
El descubrimiento podría tener connotaciones deportivas y podría dar argumentos a algunas federaciones suramericanas de fútbol reacias a enviar equipos a La Paz (Bolivia).
Señalan que sus deportistas no están adaptados a la altura de la ciudad lo cual los deja en desventaja.
El caso se planteó en marzo del año pasado cuando la FIFA vetó a La Paz como sede de partidos eliminatorios para el mundial de fútbol que comienza en Sudáfrica el mes próximo.
La decisión, retirada posteriormente, fue criticada por el presidente boliviano, Evo Morales, quien pidió a los países suramericanos boicotear a la FIFA.
Sin embargo, Jinchuan Xing, uno de los científicos que participó en la investigación, señaló en una entrevista con Efe que éste no es el caso.
“El genoma de los tibetanos se ha adaptado a la altura durante miles de años. Esos dos genes han sufrido una mutación”, manifestó.
En el caso de los habitantes de La Paz es posible que haya variaciones individuales, pero éstas no se han generalizado en toda la población, explicó
No existen mutaciones importantes que hagan una diferencia entre quienes viven en las tierras bajas y los que viven en el altiplano boliviano, agregó.
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