lunes, 15 de marzo de 2010

Tibetanos temen acciones de China en sucesión Dalai Lama

Tibetanos temen acciones de China en sucesión Dalai Lama


Escrito por Ben Blanchard TONGREN, China, mar 14 (Reuters)
Domingo, 14 marzo 2010 08:46


Para los tibetanos que viven cerca del lugar de nacimiento del Dalai Lama, hay una interrogante muy presente en sus mentes por estos días: ?Quién sucederá al envejecido líder espiritual cuando muera?




La posibilidad que atemoriza a la mayoría, y que es vista como la más probable, es que el Gobierno comunista de Pekín simplemente designe a su propio reemplazo.


Una de las pocas certidumbres del futuro político del Tíbet es que la muerte del actual Dalai Lama causará un gran alboroto en la región de los Himalayas y el extranjero.


Algunos tibetanos temen una reacción violenta en la Región Autónoma del Tíbet y sus provincias circundantes con grandes poblaciones tibetanas, como Qinghai, Gansu y Sichuan, si Pekín designa unilateralmente al próximo Dalai Lama.
Existen precedentes de esto.


China eligió a una encarnación rival para que sucediera al difunto Panchen Lama, la segunda posición más sagrada del budismo, poco después de que el Dalai Lama anunciara su elección en 1995.
"Pensamos que China tratará de designar su propio Dalai Lama, como lo hizo con el Panchen Lama", dijo Jigme, un monje en la región tibetana de Tongren, en la árida provincia noroeste de Qinghai.


"Si eso ocurre, protestaremos", agregó, poniendo sus puños en alto. "La gente estará muy descontenta. Esta es una decisión religiosa. No debería inmiscuirse la política", agregó.
La preocupación por la violencia es muy real.


En marzo del 2008 estallaron protestas contra el Gobierno central de China, en las que murieron al menos 19 personas en los disturbios en Lhasa. Grupos pro Tíbet dicen que cientos de personas más murieron en ofensivas por toda la región.
El Panchen Lama designado por Pekín es desdeñado por la mayoría de los tibetanos.
El paradero del Panchen Lama reconocido por el Dalai Lama es uno de los secretos más estrictamente guardados de China, país que en el pasado insistió en que él está sano y salvo y desea mantener su privacidad.


"No creeremos en un Dalai Lama elegido por el Gobierno", dijo otro tibetano de Qinghai, quien sólo se identificó como Jokhar. "Mire lo que ocurrió cuando designaron a su propio Panchen Lama. No creemos en ese, y nunca lo haremos", indicó.
Nacido en 1935 en el seno de una familia en Qinghai, conocido entre los tibetanos como Amdo, Lhamo Thondup fue descubierto a los dos años como la reencarnación número 14 del Dalai Lama. Huyó a India en 1959 después de un fallido levantamiento contra el Gobierno comunista chino.


PARTIDARIOS EN HOLLYWOOD


El Dalai Lama, u Océano de sabiduría, se ha ganado la adulación de sus seguidores en Occidente, incluyendo a celebridades de Hollywood, quienes lo ven como a uno de los símbolos de paz más duraderos después de Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr.
Los gobernantes de China lo ven como un dolor de cabeza político con "cara de humano y corazón de bestia". Dicen que fomenta la violencia y es separatista. El niega ambos cargos, señalando que lo que quiere es más autonomía para el Tíbet.
Para China, quién se convierta en el próximo Dalai Lama es un tema altamente politizado. Pekín parece decidido a no ceder ninguna autoridad a un candidato que esté fuera de su control.


El año pasado, un alto funcionario advirtió que el Gobierno central debe aprobar la reencarnación del Dalai Lama, y que no reconocería a ningún candidato que no haya respaldado.


"En términos de lo que ha sido marcado por China (...) no ha aparecido ninguna otra opción, no ha surgido siguiera ninguna probabilidad vaga, excepto que promueva su propio candidato", dijo Robbie Barnett, académico especializado en Tíbet de la Universidad Columbia en Nueva York.
La sucesión del Dalai Lama se ha convertido en un tema espinoso, a medida que se deteriora la salud del premio Nobel de la paz, tal como lo atestiguaron sus recientes visitas al hospital por una compresión nerviosa, malestar abdominal y cirugía de vesícula.


Ha sugerido que su encarnación podría encontrarse fuera del territorio controlado por China, o que incluso los mismos tibetanos podrían ordenar una elección sobre si seguir con una institución que antes daba a un monje el control tanto espiritual como temporal del Tíbet.


"Definitivamente habrá dos", dijo a Reuters Khedroob Thondup, un miembro del Parlamento tibetano exiliado, cuando se le preguntó cómo pensaba que terminaría la sucesión.
"Dependerá de quién esté en el poder en Pekín. Si es el presente régimen, se esforzarán por elegir a su candidato", declaró Khedroob Thondup, un sobrino del Dalai Lama.


Los funcionarios chinos hablaron con rodeos cuando se les preguntó hace poco cómo sería manejada la sucesión.
"El pueblo chino tiene la costumbre de no preguntar cuándo una persona anciana va a fallecer", dijo en una conferencia de prensa el mes pasado Zhu Weiqun, un viceministro del Partido Comunista responsable de integrar a los tibetanos y a otras minorías.


"El Dalai Lama una vez se reunió con el presidente Mao. Esperamos que viva una larga vida, y esperamos que pueda resolver el interrogante de su sucesión mientras todavía está entre nosotros", agregó.
No obstante hay cierto nivel de preocupación en los círculos oficiales en cuanto al potencial que la muerte del Dalai Lama puede causar.


Un libro sobre el precedente histórico de sucesión de los budas vivientes editado el año pasado, bajo el auspicio del Centro Chino de Estudios Tibetanos administrado por Pekín, advirtió sobre esta posibilidad.
"Sólo si el sistema usado históricamente es empleado durante el proceso de reencarnación de un buda viviente este podrá ser completado de forma fluida, de otro modo habrá disturbios y caos", escribieron los autores Chen Qingying y Chen Lijian.

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