sábado 28 de noviembre de 2009
Joven monje tibetano herido consigue llegar a Dharamsala
Dorjee Rinchen, un monje de 18 años superviviente del tiroteo del año pasado en el monasterio de Tongkor, ha testificado ante el Centro Tibetano de Derechos Humanos y Democracia (TCHRD, por sus siglas en inglés) sobre su escalofriante experiencia que casi acaba con su vida cuando un enorme contingente militar chino abrió fuego indiscriminado contra un grupo de manifestantes pacíficos. Ocurrió en el condado de Kardze el 3 de abril de 2008.
El día anterior surgió una protesta en el monasterio, en el municipio de Zithang, en la provincia china de Sichuan, ante la llegada de un "grupo de trabajo" oficial para organizar una campaña de "educación patriótica" en el monasterio. Se trata de cursos rutinarios y obligatorios en los que los monjes son forzados a renunciar al Dalai Lama, a oponerse a las "fuerzas hostiles separatistas" y a firmar documentos en los que muestran su apoyo forzoso al Partido Comunista y sus políticas en Tíbet.
El 3 de abril, un enorme contingente de la Policía Armada Popular y la Oficina de Seguridad Pública llegó en alrededor de cien camiones del ejército. Las fuerzas armadas chinas así como los equipos de trabajo de reeducación patriótica arrasaron las viviendas de los monjes, destrozaron todas las fotos del Dalai Lama -prohibidas en Tíbet-, del maestro Tongkor Shabdrung Rinpoché y del Panchen Lama -un niño secuestrado por el gobierno chino desde que en 1995 nombrasen a su propio Panchen Lama falso-. Estos abusos dispararon las protestas de los monjes, que se negaron a someterse al curso patriótico.
En un momento dado, la protesta se multiplicó cuando dos tibetanos -un monje veterano y un hombre laico- fueron arrestados por negarse a colaborar.
Esa misma noche, varios cientos de personas, incluidos muchos miembros destacados de la comunidad budista, se unieron a los vecinos en una marcha hacia las oficinas del gobierno para exigir la inmediata puesta en libertad de Geshe Tsultrim Tenzin y Tsultrim Phuntsok. Los protestantes se retiraron cuando oficiales chinos les aseguraron que los dos tibetanos detenidos serían puestos en libertad a las 8 de la tarde. Al comprobar que no se cumplía esta promesa, los tibetanos volvieron a congregarse pero esta vez se encontraron con una gran presencia de agentes armados, acabando con un enfrentamiento en que los chinos abrieron fuego real contra los manifestantes, con un resultado de catorce tibetanos muertos y muchos otros heridos.
La agencia de noticias oficial del gobierno chino, Xinhua, reconoció que el incidente había tenido lugar, pero lo describió como "disturbios" y tan solo mencionó un oficial del gobierno que resultó herido, sin decir una sola palabra de todos los tibetanos muertos, heridos y detenidos. Uno de los supervivientes, testigo presencial de la masacre y ya recuperado del balazo que recibió en la axila, llegó ayer mismo a Dharamsala (India) y habló con el TCHRD.
La ONG cree que hay cientos de tibetanos con testimonios semejantes de terroríficos abusos y violaciones de los derechos humanos como el sufrido por Tongkor Dorje Rinchen, que siguen atrapados dentro de Tíbet. En esta situación, el TCHRD apela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la comunidad internacional y las sociedades civiles a llamar la atención del gobierno chino para asegurarnos de que estas personas son puestas en libertad, que los heridos reciben los tratamientos que necesitan con urgencia y que se respeten los derechos humanos fundamentales del pueblo tibetano.
Podéis leer (en inglés) el testimonio relatado por el recién refugiado y más detalles estadísticos sobre el incidente aquí.
Fuente: TCHRD
El día anterior surgió una protesta en el monasterio, en el municipio de Zithang, en la provincia china de Sichuan, ante la llegada de un "grupo de trabajo" oficial para organizar una campaña de "educación patriótica" en el monasterio. Se trata de cursos rutinarios y obligatorios en los que los monjes son forzados a renunciar al Dalai Lama, a oponerse a las "fuerzas hostiles separatistas" y a firmar documentos en los que muestran su apoyo forzoso al Partido Comunista y sus políticas en Tíbet.
El 3 de abril, un enorme contingente de la Policía Armada Popular y la Oficina de Seguridad Pública llegó en alrededor de cien camiones del ejército. Las fuerzas armadas chinas así como los equipos de trabajo de reeducación patriótica arrasaron las viviendas de los monjes, destrozaron todas las fotos del Dalai Lama -prohibidas en Tíbet-, del maestro Tongkor Shabdrung Rinpoché y del Panchen Lama -un niño secuestrado por el gobierno chino desde que en 1995 nombrasen a su propio Panchen Lama falso-. Estos abusos dispararon las protestas de los monjes, que se negaron a someterse al curso patriótico.
En un momento dado, la protesta se multiplicó cuando dos tibetanos -un monje veterano y un hombre laico- fueron arrestados por negarse a colaborar.
Esa misma noche, varios cientos de personas, incluidos muchos miembros destacados de la comunidad budista, se unieron a los vecinos en una marcha hacia las oficinas del gobierno para exigir la inmediata puesta en libertad de Geshe Tsultrim Tenzin y Tsultrim Phuntsok. Los protestantes se retiraron cuando oficiales chinos les aseguraron que los dos tibetanos detenidos serían puestos en libertad a las 8 de la tarde. Al comprobar que no se cumplía esta promesa, los tibetanos volvieron a congregarse pero esta vez se encontraron con una gran presencia de agentes armados, acabando con un enfrentamiento en que los chinos abrieron fuego real contra los manifestantes, con un resultado de catorce tibetanos muertos y muchos otros heridos.
La agencia de noticias oficial del gobierno chino, Xinhua, reconoció que el incidente había tenido lugar, pero lo describió como "disturbios" y tan solo mencionó un oficial del gobierno que resultó herido, sin decir una sola palabra de todos los tibetanos muertos, heridos y detenidos. Uno de los supervivientes, testigo presencial de la masacre y ya recuperado del balazo que recibió en la axila, llegó ayer mismo a Dharamsala (India) y habló con el TCHRD.
La ONG cree que hay cientos de tibetanos con testimonios semejantes de terroríficos abusos y violaciones de los derechos humanos como el sufrido por Tongkor Dorje Rinchen, que siguen atrapados dentro de Tíbet. En esta situación, el TCHRD apela al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la comunidad internacional y las sociedades civiles a llamar la atención del gobierno chino para asegurarnos de que estas personas son puestas en libertad, que los heridos reciben los tratamientos que necesitan con urgencia y que se respeten los derechos humanos fundamentales del pueblo tibetano.
Podéis leer (en inglés) el testimonio relatado por el recién refugiado y más detalles estadísticos sobre el incidente aquí.
Fuente: TCHRD
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