domingo, 27 de diciembre de 2009

los viejos del P.C.Ch. se resisten a cambiar



Once años de cárcel por "incitar a la subversión del poder del Estado" es la sentencia que la justicia china ha dictado contra el disidente político Liu Xiaobo. Es la pena más dura que se ha aplicado a un activista de los derechos humanos por pedir democracia en en este país. El fallo constituye todo un portazo a Estados Unidos y Europa que habían exigido la liberación de Liu. Washington pidió su liberación inmediata y se quejó por el hecho de que las autoridades chinas no permitieran al personal de su embajada y de otras legaciones asistir al juicio. La presidencia sueca de la UE manifestó su "honda preocupación por la desproporcionada condena". La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó "que el gobierno chino, a pesar de los importantes progresos en otros ámbitos, siga limitando la libertad de prensa y opinión".

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