viernes, 19 de febrero de 2010

dedicado a los CHINOS DEL PCCH


La percepción de la verdad no es para todas las mentes.
Estas son las condiciones que la excluye forzosamente:
el deseo, la avaricia, la ignorancia y el orgullo,
la dicha en la sensación, el amor al pasado, el miedo al futuro,
la ira del presente, la incapacidad de ver con claridad.
Estas son las condiciones que la aproxima:
la esperanza, el gozo en el cambio, el amor a todas las acciones creativas,
el crecimiento individual, la aceptación de nuevas ideas,
La habilidad de entender el potencial o la posibilidad.
Cuando la verdad está aquí las siguientes son las condiciones:
La aceptación de todas las formas como teniendo la misma realidad,
Una visión clara, por encima y durante el intervalo del anhelo,
El amor a todas las cosas y no-cosas.
Felicidad en lo que es.
Con mi espada Yo derribaré a aquellos que presumen haber viajado
a lugares que les son prohibidos.
Yo decido el mérito del discípulo, el talento del maestro
Y la distancia que ambos deben andar.
Mi libro registra el karma de cada uno de sus actos
y determina el mundo en que deben ellos habitar.
Yo custodio la puerta de la Verdad infinita.
Ni la misericordia ni el poder puede hacerme cambiar mis decisiones.
Yo llevo el atuendo del juez y del jurado.
A través del abismo sostengo mi escala dorada para auxiliar al digno
mientras que el indigno que trata de cruzar
encuentra que, a lo que se ha agarrado, es solamente arena movediza.
Soy azul y dorado, y también soy blanco: no me doblego ni a la derecha ni a la izquierda.
Si deseas ascender a la verdad, entonces debes hacer esto:
Observa en lo profundo de tu corazón,
siente todas las cadenas que te atan, que te detienen como un ancla
a los planos de la ilusión:
no dejaré que ni un solo esclavizado cruce los portones sagrados.
Los de entendimiento imparcial - grandioso en la sabiduría de muchos mundos -
sólo a estos Yo les permitiré pasar.
Que ellos puedan tener sabiduría para intercambiarla
por La Verdad.
A través de mí no habrá dramas, ni mantras, ni esfuerzo.
Aquellos que están listos pasarán.
El resto deberá seguir esforzándose, insatisfechos, peleando entre ellos,
Dejemos que su naturaleza verdadera salga a la superficie
y se pregunten:
¿Por qué no he sido escogido?
Tú que deseas ascender sigue el camino
Hasta la cueva del aislamiento, en la montaña del yo
Y cuando hayas encontrado al Escondido
Regresa a mí y te bendeciré
Y te señalaré sobre tu camino.

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