En un sorpresivo anuncio que podría desatar la ira de China, el gobierno de Taiwán aprobó una visita del líder espiritual tibetano Dalai Lama a esa isla para rezar por las víctimas del tifón Morakot.
El líder tibetano en el exilio fue invitado esta semana por miembros de la oposición de Taiwán, donde el paso del tifón, a principios de agosto, dejó más de 500 muertos.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, aceptó el pedido de los líderes de la oposición de invitar al religioso tibetano.
China suele protestar contra los países que reciben al Dalai Lama, a quien considera un peligroso separatista.
¿Se quejará China?
En este caso, el viaje es particularmente polémico dado que China considera tanto al Tíbet como a Taiwán partes inseparables de su territorio.
Como explica la corresponsal de la BBC en Taiwán, Cindy Sui, normalmente una visita del Dalai Lama a Taiwán desataría fuertes protestas de Pekín.
Sin embargo, según Sui no está claro si esta vez el gobierno chino protestará muy enérgicamente pues no quiere perjudicar al presidente taiwanés, con quien tiene mejor relación que con el anterior, quien era pro independentista.
El anterior gobierno de Taiwán –isla que alberga a una gran comunidad de tibetanos en el exilio y a millones de budistas- permitió varias visitas del Dalai Lama, la última en 2001.
Pero el presidente actual, que asumió su cargo en 2008, es mucho más cercano a China que su predecesor.
Críticas por tifón
El año pasado Taiwán negó permiso de visita al Dalai Lama, bajo el argumento de que no era el momento adecuado pues su país quería mejorar las relaciones con China.
Ha habido fuertes críticas a los esfuerzos de rescate en Taiwán.
Pero el tifón y sus consecuencias han dejado a Ma en una posición difícil, dado que el mandatario ha sido fuertemente criticado por no actuar de manera más efectiva y rápida.
El aparente mal manejo del tifón hizo caer su popularidad a un récord de sólo 20%. Según la corresponsal de la BBC en Taiwán, el presidente tuvo que dar luz verde al Dalai Lama pues no podía permitir que la imagen de su partido siguiera cayendo.
"Hemos decidido permitir al Dalai Lama visitarnos, pues vendrá a rezar por las víctimas y los sobrevivientes”, dijo Ma a los periodistas.
El tibetano llegaría el día 31 de agosto y se quedaría cuatro días en la isla. Sus voceros dijeron a la agencia Reuters que hace tiempo que el religioso quiere visitar Taiwán y que espera deseoso este viaje.
El religioso ofrecerá consuelo a los sobrevivientes, muchos de los cuales quedaron sin techo, dijo la oficina de información del tibetano, con sede en India.
El líder tibetano en el exilio fue invitado esta semana por miembros de la oposición de Taiwán, donde el paso del tifón, a principios de agosto, dejó más de 500 muertos.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, aceptó el pedido de los líderes de la oposición de invitar al religioso tibetano.
China suele protestar contra los países que reciben al Dalai Lama, a quien considera un peligroso separatista.
¿Se quejará China?
En este caso, el viaje es particularmente polémico dado que China considera tanto al Tíbet como a Taiwán partes inseparables de su territorio.
Como explica la corresponsal de la BBC en Taiwán, Cindy Sui, normalmente una visita del Dalai Lama a Taiwán desataría fuertes protestas de Pekín.
Sin embargo, según Sui no está claro si esta vez el gobierno chino protestará muy enérgicamente pues no quiere perjudicar al presidente taiwanés, con quien tiene mejor relación que con el anterior, quien era pro independentista.
El anterior gobierno de Taiwán –isla que alberga a una gran comunidad de tibetanos en el exilio y a millones de budistas- permitió varias visitas del Dalai Lama, la última en 2001.
Pero el presidente actual, que asumió su cargo en 2008, es mucho más cercano a China que su predecesor.
Críticas por tifón
El año pasado Taiwán negó permiso de visita al Dalai Lama, bajo el argumento de que no era el momento adecuado pues su país quería mejorar las relaciones con China.
Ha habido fuertes críticas a los esfuerzos de rescate en Taiwán.
Pero el tifón y sus consecuencias han dejado a Ma en una posición difícil, dado que el mandatario ha sido fuertemente criticado por no actuar de manera más efectiva y rápida.
El aparente mal manejo del tifón hizo caer su popularidad a un récord de sólo 20%. Según la corresponsal de la BBC en Taiwán, el presidente tuvo que dar luz verde al Dalai Lama pues no podía permitir que la imagen de su partido siguiera cayendo.
"Hemos decidido permitir al Dalai Lama visitarnos, pues vendrá a rezar por las víctimas y los sobrevivientes”, dijo Ma a los periodistas.
El tibetano llegaría el día 31 de agosto y se quedaría cuatro días en la isla. Sus voceros dijeron a la agencia Reuters que hace tiempo que el religioso quiere visitar Taiwán y que espera deseoso este viaje.
El religioso ofrecerá consuelo a los sobrevivientes, muchos de los cuales quedaron sin techo, dijo la oficina de información del tibetano, con sede en India.
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