domingo, 31 de enero de 2010

Taiwán quiere poder de disuasión frente a China para negociaciones futuras


TAIPEI — La venta de armas estadounidenses a Taiwán, que provocó la cólera de China, ilustra la voluntad de la isla de conservar un poder disuasorio frente a Pekín, aunque pueda amenazar el actual calentamiento de las relaciones con su vecino comunista, estiman los expertos.

"Taiwán necesita esas armas para estar en posición de negociar en el futuro", resume Tung Chen-Yuan, un politólogo de la universidad nacional de Taipei Chenchi. El Pentágono provocó la peor crisis chino-estadounidense desde que el presidente Barack Obama entró en funciones, al firmar un contrato armamentístico de más de 6.000 millones de dólares con Taiwán.

El represalia, el sábado China suspendió los intercambios militares con EEUU y prometió sanciones contra las sociedades implicadas en esta entrega. EEUU permanece en una situación difícil, fuente de tensiones: reconoce a China al tiempo que entrega "armamento defensivo" a Taiwán en virtud de la "ley sobre las relaciones con Taiwán" votada en 1979.

Taiwán destaca que hay 1.500 misiles chinos apuntando contra su territorio y que el fortalecimiento del arsenal chino no disminuye. Desde que el presidente Ma Ying-jeou asumió el poder, en mayo de 2008, las relaciones entre la República Popular de China y la República de China (nombre oficial de Taiwán) habían mejorado bastante a través de una serie de acuerdos económicos y comerciales.

Pero el presidente taiwanés debe moverse constantemente entre dos aguas: su compromiso de mejorar las relaciones en el estrecho de Formosa y salvaguardar los intereses de los 23 millones de sus conciudadanos apegados a su soberanía. Fue así como el sábado dio muestras de una particular prudencia cuando afirmó que esas armas ayudarían a su país a sentirse "más confiado y más seguro" y contribuirían al desarrollo de sus relaciones con China.

A pesar de los crecientes intercambios turísticos entre los dos vecinos, la desconfianza prevalece tanto de un lado como del otro. Y aun cuando China favorece el calentamiento diplomático con la isla, no por eso se aparta del principio de "China única", contando con que Taiwán volverá bajo su administración como hizo Hong Kong.

Taiwán se separó de la China Popular después de la guerra civil de 1949, pero Pekín considera la isla como parte integrante de su territorio y tiene previsto la reunificación, incluso por la fuerza. "China tiene más de mil misiles apuntando hacia Taiwán y no muestra ninguna voluntad de reducir su arsenal militar", destacó el diputado taiwanés Lin Yu-fang, miembro del comité parlamentario de la Defensa Nacional y las Relaciones Exteriores.

"Taiwán debe prepararse antes que las partes puedan firmar un acuerdo de paz para una reconciliación política formal", dijo. El presupuesto militar chino no ha cesado de aumentar. En 2009 dicho aumento fue de 15,3% hasta 69.000 millones de dólares, contra sólo 10.000 millones para Taiwán.

"A pesar de la mejora de las relaciones, la amenaza militar china persiste, existiendo un desequilibrio de fuerzas entre los dos campos", destacó Kenneth Kaocheng Wang, experto militar ante la universidad de Taipei Tamkang. De todas maneras es muy improbable que la isla pueda algún día rivalizar con Pekín en el terreno militar.

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