El presidente de Mongolia, Tsakhiagiin Elbegdorj, anunció hoy una moratoria oficial para la pena de muerte en el país asiático, según recogió hoy el grupo pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) en un comunicado.
"A partir de mañana, indultaré a las personas en el corredor de la muerte. Sugiero conmutar la pena de muerte por penas severas de 30 años de cárcel", declaró el mandatario en una intervención en el "Gran Hural", el parlamento mongol.
Elbegdorj aseguró que con esta iniciativa Mongolia se suma a la mayoría de países del mundo que han optado por abolir la pena capital.
El número de ejecutados en el país asiático se ha mantenido en secreto, aunque el presidente ya conmutó desde mayo (cuando accedió al cargo) la pena de muerte a tres condenados, que modificó por cadena perpetua.
Amnistía Internacional se felicitó por la decisión que, según Roseann Rife, subdirectora para Asia-Pacífico, "muestra el fuerte compromiso del Gobierno mongol con los derechos humanos" y urgió a otros países como China, Vietnam y Corea del Norte a seguir el ejemplo.
Sin embargo, la moratoria presidencial todavía tendrá que traducirse en un cambio legislativo permanente contra la pena de muerte, un proceso que deberá pasar por el parlamento, dominado por la oposición comunista y que no ha apoyado la decisión de Elbegdorj.
La organización estima que al menos 1.838 personas fueron ejecutadas en 11 países de Asia en 2008, más que todo el conjunto del resto del mundo.
Se da la circunstancia de que Naciones Unidas tiene previsto este año revisar la situación de los derechos humanos en Mongolia, un país que tiene apenas 2,8 millones de habitantes, de los que un tercio vive por debajo del umbral internacional de la pobreza.
Según datos de la ONU, Mongolia ocupa el puesto 114 de 177 en el último informe de desarrollo humano, a pesar de su riqueza en yacimientos minerales, muchos de ellos aún vírgenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario